The sun, the moon, the truth (omegaverse Larry)

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Actualidad. Año 2009.

Era primero de febrero y Harry cumplía 19 años. Había terminado la escuela el pasado diciembre y hasta marzo no arrancaría a estudiar. Había elegido la carrera de administración, algo que era casi obligatorio en su familia.

Se despertó y sonrió cuando recibió los mensajes de su omega favorito. Después de responderle bajo a desayunar donde su mamá lo esperaba sonriente.

-Feliz cumpleaños cachorrito.- Lloro ella en el cuello de Harry.

El alfa había crecido bastante este último tiempo. A su madre la pasaba por una cabeza, al igual que a Louis, y además el último año estuvo ejercitándose así que como decía su padre, su cuerpo era digno de un alfa.

-Ma tengo diecinueve, ya no soy un cachorro.- Contesto riendo y besándole la mejilla a la mujer.

-Siempre vas a ser mi cachorro.- Dijo ella con ojos llorosos.

-No llores boludona.- La apretó más fuerte en sus brazos y ella hipo para luego separarse.

-Perdón perdón.- Se limpió las lágrimas haciendo reír a su hijo.- ¿Qué vas a hacer hoy? ¿Salís con Lou?- Harry sonrió con solo la mención del omega.

-Viene en un rato me dijo, y a la noche salgo con Mad.- Carla rodo los ojos.

Mad era una chica que había conocido el último día de clases en el que salieron con todos sus amigos. La morocha había estado mirándolo toda la noche por lo cual el no dudo en acercarse. Momentos después se encontraban compartiendo saliva efusivamente mientras las manos de Harry apretaban fuertemente sus caderas.
Siguieron hablando y saliendo bastante seguido y según el alfa había dicho hace una semana, le pediría de ser novios.

-No me gusta esa chica.- Dijo su mama seria.

-A vos no te gusta que nadie esté cerca mío que es diferente.- Respondió riendo.

-Louis no me molesta.- Contesto y Harry tenso la mandíbula, su aroma se volvió más fuerte.

-Louis es mi amigo.- Respondió serio.- Y además de ser un chico, tiene novio.- Su mamá rodo los ojos con tristeza.

-Harry ya lo hablamos mil veces.- Hablo en un tono suave.- Amor es amor cachorro.- Le dijo abrazándolo.

-Ya se.- Contesto largando un suspiro.- Gracias por el desayuno, pero ya no tengo hambre.- Le beso la mejilla.- Te amo ma.- Volvió a besarla y se paró.

-Yo también te amo.- Susurro Carla viendo como caminaba tenso hasta su habitación.