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El sol me cae directamente a los ojos, el bullicio indica el tiempo de receso en mi colegio, los niños y niñas de sexto luchando por su puesto en la tienda, los chicos corriendo hacia la cancha para ver quien conseguía primero el espacio y las chicas encontraban su grupo para platicar acerca de sus interesantes vidas, o eso parecía.

Por otro lado, estábamos nosotros, el conocido "Trio Fantástico" ese apodo nos lo pusieron gracias a que no nos separamos ni para ir al baño, nuestra historia es muy extensa, pero eso se los contare en otro momento.

Levanto la mirada y veo a Laura y a Valentina llegando con una hamburguesa que me abrió totalmente el apetito.

—.... ¿o no es cierto que es así? —pregunta Valentina con su mirada fija en mis ojos, los cuales desconcertados dieron muestra de que no tenía idea de lo que me pregunto.

—No sé de qué me hablas cariño, trabo y trato de buscar, pero no lo encuentro—respondo con un ademán de diva, propio de mí.

—Conmigo no te vienes a expresar así—dice con una expresión de ternura—te pregunte que, si no es verdad que a Jerónimo le gusta Laura, porque para mí es más que obvio.

—Yo no lo sé, ustedes saben que mi niño es de las personas más indecisas del mundo, hoy puede actuar de una forma y mañana no acordarse ni de lo que dijo, entonces es complicado, pero miren, yo hablare con él, de algo me debe servir conocerlo hace más de 8 años, entonces solo esperen. Pero mi duda aquí es, ¿a ti te gusta pequeña Laura? —la interrogo, frunciendo un poco el ceño acompañado de una sonrisita sutil.

—Desearía poder decir que no, pero si, el me gusta mucho, demasiado.

—Me encantaría poder decirte que no se te nota, pero sí, es más obvio que tu afición con la filosofía. Pero descuida, aquí tu servidor te ayudara—aclaro brindándole una sonrisa a mi bebe Lau.

—Cambiando de tema, tú nos tienes que contar algo—comenta Valentina con una mirada picara, al mismo tiempo que lo hizo Laura, en dirección a mí. —entonces menos de amor y más de tu sueño.

—Aunque no se sale mucho de ese tem....

—Calla y más bien, ve soltando las palabras.

Un flashback de esos ojos se presenta en mi mente. Negros. Oscuros. Profundos.

—Bueno, realmente solo me acuerdo del final del sueño, pero siento que con eso fue suficiente—reconozco antes de soltar un suspiro para dar inicio al ensueño—Lo primero de lo que me acuerdo es de un te amo de esa persona, ratificándome que no lo había hecho nunca así antes, acto seguido por mi típica respuesta, preguntando si era verdad, a lo que él me respondió que sí, y tras del hecho, ¡dijo mi nombre! ¡MI NOMBRE!; pero saben que fue lo que mi mente guardo en su umbral, fue su mirada, era tan intensa, penetrante, críptica, pero en medio de todo magnifica, así era—concluí con un silencio continuo a mis palabras.

—Wow, veo que el sueño fue bastante intenso, aunque confieso que estaría igual con eso—dice Vale con la mirada vaga, hasta que la baja en dirección a la mía—pero, ¿no reconoces los ojos en alguien que conozcas? ¿O algo así?

—No, trato y trato de pensar, pero no, son unos ojos nuevos para mí. Y pues es muy extraño, pero supongo que solo fue un sueño más.

La alarma del colegio resuena en todo el parque y plaza en la que nos encontramos, indicando el final de nuestro receso y el retorno de nuestras clases, nos levantamos para caminar hacia la entrada, la cual ya está colmada de todos los niños que corren para competir quien llega primero.

—Sin embargo, eso no quiere decir que no lo puedas conocer en un futuro—sugirió Valentina con un desdén de hombros, algo muy característico de ella.

— ¿A mí? Jajajaja, pero si nadie quiere estar conmigo—bromeo con una pizca de timidez en mis palabras—aunque puede ser que solo seremos amigos, puede ser.

—No me hagas reír, como que nadie quiere estar contigo, te recuerdo que tú rechazaste a Iván Márquez. ¡Iván Márquez! Simplemente porque no te sentiste cómodo la vez que salieron, simplemente por eso.

—Ustedes saben que para mí esa primera impresión es esencial y más si estoy en ese plan de conocerlo más a fondo, ustedes saben a qué me refiero.

—Si si, lo sabemos, pero bueno caminemos más rápido que no queremos que el profesor Álvaro nos cierre la puerta en la cara.

Laura y yo hacemos caso a la sugerencia de Valentina, agilizamos el paso hacia el salón sin ver ni saludar a nadie que esté en nuestro camino. Estamos tan ensimismados en nuestro mundo que no nos percatamos de quienes estaban al frente, la ensoñación se fue cuando vimos a Jerónimo, mi mejor amigo y a Iván Márquez, el mejor amigo de él, esperando en la puerta de nuestro salón. Al llegar cerca de ellos, los dos voltearon inmediatamente a vernos.

—Ay, si no es ni más ni menos que el trio fantástico, fantástico para fastidiar y ser insoportables—replico burlesco Jerónimo con media manzana a medio comer dentro de su boca— ¿o no es así Iván?

Iván enseguida poso sus ojos en mí, achinados, intimidantes, pero dulces a la vez, brillantes, esos ojos estaban puestos solo en mí.

—No, para mí no son así, en lo absoluto—le respondió guiñándome el ojo, acto el cual provoco en mí el sonrojo más fuerte que he tenido en mi vida, cosa que mis amigas se dieron cuenta y actuaron de inmediato.

—Si tanto te molestamos, ¿Por qué siempre nos pides ayuda en todo lo respectivo al estudio bobo? —sentencio Vale, con una mirada de aprobación por parte de Laura, aunque en el fondo sé que ella está igual de muerta que yo.

—Porque, aunque tengan ese defecto, todos los defectos no vienen en una misma persona, y el de la ignorancia o ineptitud no está en ustedes, aunque yo sé que saben que los quiero, son como mis únicos amigos cercanos junto a este individuo—dijo señalando a Iván, el cual no quitaba su mirada de mí. La cual decidí romper con una pregunta.

— ¿No sienten que el profesor se está demorando mucho más de lo común? —plantee esperando respuesta por parte de ellos, los cuales pusieron cara de alerta y en vez de eso la recibí directamente de Álvaro, mi profesor.

—No señor Sánchez, ya me encuentro aquí, le pido el grande favor que su "escuadrón" y usted entraran al aula. Si son tan amables.

Palabras las cuales obedecimos de inmediato cada uno, trasladándonos a nuestro lugar respectivamente, le di una última sonrisa a Iván antes de sentarme en mi asiento, buscar el cuaderno de esta asignatura, darle mi mayor cara de fastidio al profesor y disponer de todo para enfrentar el resto del día escolar.  

Ocean EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora