¿Quién es Cale Henituse?

Encuentro (1)

En el Reino de Roan, se vivían tiempos de paz. En la finca del duque Henituse, había un joven de cabellera rojiza, tan ardiente como el sol, pero a la vez oscura como la sangre, que se balanceaba con el viento. Su piel era de un tono jade blanco, tan pálida que parecía de otro mundo, y sus ojos cerrados le daban un toque mágico. A su lado se encontraba un chico de cabello azabache y piel ligeramente bronceada, parecida a la miel.

En ese momento, el chico de cabellera negra abrió lentamente los ojos, revelando un abismo en sus pupilas; sus ojos eran tan profundos y, a la vez, tan claros que podrías ver tu reflejo en ese color negro. Dio un ligero bostezo y, al estirarse, miró alrededor de la habitación hasta que sus ojos se posaron en la cabellera rojiza.

—¿Quién es la persona que está a mi lado? —dijo con desgano, como si realmente no le importara mucho quién estuviera allí.

Con curiosidad, se acercó y levantó ligeramente la manta, revelando a un joven dormido. En ese momento, el chico quedó en shock.

—¡¿Qué demonios...? ¿Cale Henituse?! —exclamó, asombrado y desconcertado.

Pov Cale

Esto es demasiado extraño: despertar y ver al rostro que he estado viendo durante más de dos años a mi lado. ¿Se supone que... estoy en mi cuerpo? Volteé ligeramente la cabeza en busca de un espejo y, en el reflejo, vi a un chico de cabellera azabache. Parece que he vuelto a mi cuerpo, aunque soy más joven; esta es mi apariencia de cuando tenía 20 años. Mientras observaba mi reflejo, las mantas comenzaron a moverse y la persona a mi lado empezó a despertar.

—¡¿Quién demonios eres tú?! —grité. En ese momento, el otro cayó de la cama, y se escuchó un grito distinto. Es algo estresante tener que pasar por esto tan temprano en la mañana; aunque, pensándolo bien, pasar por algo así a cualquier hora sería odioso.

Me acerqué lentamente hacia la persona en el suelo. Lo vi sostenerse la cabeza y luego mirarme con asombro. Entonces, dijo:

—¡Tú eres la persona que estuvo habitando mi cuerpo! —me señaló con el dedo.

Estoy casi seguro de que el golpe le mostró algún recuerdo mío o algo por el estilo, porque jamás habría esperado esa pregunta.

—Sí —contesté perezosamente.

—Ya veo —respondió, como si fuera lo más natural del mundo o si estuviéramos hablando del clima.

—Mmm... Creo que debería decirte que la razón por la cual regresé a mi cuerpo fue un "regalo" que los dioses te concedieron... o al menos eso es lo que dice mi mente —dije, dudoso.

¿Un regalo? Claro, quieren verme la cara. Como si no tuviera suficientes problemas, ahora me quieren venir a joder otra vez ¡Por qué, en vez de joder la vida de alguien más se joden entre ellos?

Nota:
La verdad es la primera historia fanfic que hago así que todavía va por un rumbo, trataré de publicar todos los jueves si se puede