Peligrosa Tentacion

Capítulo 9

Correr, eso intentaba, no podía detenerse, había llegado al departamento a tropezones, estaba ansioso, su cuerpo pronto colapso, no pasó mucho tiempo para que cada parte de su cuerpo empezara a temblar.

—¡Mierda!

Marck salió de la oscuridad de su habitación, Taehyung estaba en el suelo, acurrucado, en medio de una aparente crisis existencial —¿Tae?

—El me protegió... Él me ayudó a mi.

Marck hizo una mueca, entendía que su compañero estaba mal, pero, no comprendía muy bien lo dicho por este, había sentido una extraña presencia, pero ahora estaba más tranquilo, una barrera protegía con mucho recelo el edificio.

—¿Que está pasando fuera? ¿Esto es obra tuya?

—Es Yoongi, está ayudándome.

¿Yoongi? Marck sintió un escalofrío, ese cazador los había encerrado, eso quería decir que estaban jodidos —Debemos huir.

—No, el me está protegiendo.

—Yoongi, ¡Para!

Yoongi sonrió, su aura demoníaca se expandía de manera descontrolada, la sangre en su espada se esparcía lentamente hasta el mango —Yo lo matare y te lo dare como ofrenda majestad.

Namjoon sintió un escalofrío, el rey sonreía de manera siniestra, estaba cazando, a ellos, sus leales súbditos, sus amigos —¡Detente!

Jungkook se levantó temblando, sus heridas eran graves, pero eso parecía no importarle a Yoongi, Namjoon corrió en dirección a Yoongi y una vez más fue arrojado brutalmente junto a Jungkook, las heridas en ambos eran graves, pero no podían rendirse.

—Les dije, que no se acercarán a él— Yoongi caminaba en dirección a ellos, no había recibido ninguna herida, de la nada empezarona aparecer más cazadores, intentando detener a su rey —Estoy diciendo que no se acerquen a él.

Jungkook se puso en pie, muchos de los cazadores caían como moscas, era triste —Detente— pidió suplicante —¡ya basta porfavor!

Yoongi se detuvo en seco, y con un movimiento en mano arrojo a muchos lejos de el, dirigiéndose a sus amigos acaricio el cabello de Jungkook —Me detengo— dictó —Pero todos ustedes volverán a la tierra, no los quiero cerca de mi angel.

—Yoongi estas confundido debes volver con nosotr-

—Jungkook, si no quieres que todos los presentes mueran, espero que obedezcas mis órdenes. Tu solo debes ser obediente.

Las lágrimas no se contuvieron, sentía que su mayor pilar se desvanecía, el habia prometido no cumplir esa profecía —¿Por qué? ¿Di el por qué?

Namjoon se levantó, lentamente se acercó a Yoongi, intentando noquearlo, pero lejos de su meta, Yoongi lo tomo del cuello y apreso con sus garras —¿Cómo te sientes al estar con JiMin?

Los ojos de Jungkook se abrieron sorprendidos —El...

Yoongi arrojo a Namjoon junto a Jungkook —¡Escuchen bien todos! Aquellos cazadores que valoren sus vidas regresarán al imperio ahora, no quiero rastro de ninguno de ustedes, aquel que se quede aquí, sufrirá las consecuencias.

Jungkook levanto a Namjoon —Nos vamos— sentenció sin intenciones de seguir.

—Pero, no podemos per-

—¡Si alguno de ustedes toca un solo cabello de ese angel, los voy a destripar, y luego iré por sus seres queridos, no tendré piedad!

—No podemos hacer nada— dijo pesaroso Jungkook —El está enamorado.

—Despierta imbécil, si Yoongi es quien creo que es, estamos condenados aquí, si regresa nos va a masacrar.

—Si ese fuera el caso, estaríamos sufriendo de axficia, el no es el rey, solo es un cazador del montón, y me está protegiendo a mi. No me iré a ningún lugar.

Marck estaba a punto de arrancarse el cabello —Debemos irnos, está barrera no la puede crear cualquier demonio— su voz llena de desespero provocó mayor ansiedad en Taehyung —No quiero que pienses que estoy en tu contra, pero ese maldito cazador es el tirano que ha masacrado a muchos de los nuestros.

La puerta fue azotada de golpe, Marck entendió que había perdido mucho tiempo en intentar convencer a Taehyung —Mierda.

Taehyung se levantó tan rápido como pudo, corriendo a la puerta abrió sin pensarlo —Yoongi— susurro con alivio, este le abrazo sin pensarlo —Estas vivo.

Yoongi aspiro el aroma de Taehyung, se sintió aliviado al verlo, estaba tan aterrado de perderlo que no dudo en asesinar —¿Cómo te sientes? ¿Has comido algo? ¿Te hirieron en algún lugar?

Taehyung nego, se sentía a salvo, podía sentir que su corazón se estabilizaba de nuevo —Estoy bien, no me pasó nada gracias a ti

Marck se sentía impactado, podía confirmar que Yoongi era el maniático rey de los cazadores, pero, también podía asegurar que Taehyung lo estabilizaba, esa aura demoníaca que poseía como rey se iba desvaneciendo, era como si se transformara.

—¿Cómo lograste que se fueran?

La pregunta de Marck saco de su ensoñacion al par de tortolos, separándose lentamente miraron al susodicho, este algo aterrado se mantuvo alerta —Los envié a casa. No permitiré que lastimen a Taehyung.

Taehyung sonrió, ciertamente se sentía como en un sueño —Maldito desgraciado, se que tú eres el rey inmundo que envío a masacrar a mi especie ¿Cómo te atreves a enamorar a nuestro protector?

—Marck, no-

—El no debería si quiera mirarte, por su maldita culpa muchos de los míos murieron, aunque tú protegias el reino, al ir con los humanos muchos sufrieron las consecuencias, necesitamos sangre para vivir y no elegíamos a los inocentes... No te perdonaré la muerte de ninguno de los míos.

Yoongi lo miro confuso —Mi especie solo ha matado a aquellos que burlan el tratado, no sé si aún no lo sabes pero la principal razón por la que intentamos derrocar a los angeles fue porque ellos mataron a tres familias. Uno de ellos aún era un recién nacido. Fue tu hermano el que inició la guerra, los culparon a los angeles negros por la muerte de los míos, intentamos llegar a un acuerdo pero no entregaron a los culpables

—¡Mientes! ¡No creo ninguna de tus palabras!

Taehyung intervino —Basta, el nos está protegiendo, detente ahora Marck.

—Taehyung, el solo quiere aprovecharse de ti, cuando tenga la oportunidad acabará con todo.

Taehyung negó, sabía que Marck estaba herido, por todo lo que había sucedido en su vida, pero, su corazón conocía perfectamente cuando alguien mentía, Yoongi estaba siendo sincero.

—Marck, si ese fuera el caso, el ya me habría matado.

Marck se arrodilló en medio de la sala —Me iré mañana, no confío en él, si tú quieres quedarte aquí, no te voy a obligarte a ir.

—Marck— el mensionado no dijo nada al respecto, levantándose fue a su habitación y se encerró, tomando todo lo necesario empacó y se dispuso a esperar el amanecer.