Después de lo sucedido en el filtro Bloch pensó que la sancionarian con tres días de suspensión, pero todos sus compañeros dieron la misma versión. El acto fue en defensa propia, pues Maria la pelirroja la ataco primero con un arma punzocortante.
El g2 había quedado compuesto por Sophia, Irving, Jose, Dario y Roman. Los quería como a su familia y podía apostar, lo que fuera que gracias a ellos se esparció el rumor de que el acto fue en defensa propia. Agradeció a sus demás compañeros, pues todos los sinaloenses de base que también conformaban su grupo la recibieron muy bien y le mostraron su apoyo.
Algo que no estaba a discusión es que Bloch había dejado sorprendidos a todos los culichis, callandole la boca a los que habían puesto en duda su lugar en el grupo, pues la morena era la única mujer en el g2. Después de verla en acción no quedaron incorfomes del por qué.
A las horas del incidente tenía a un Zavala muy enojado en Surutato, regañandola, y al resto de sus compañeros sonorenses. Pero no le molesto, al contrario se alegro de ver al güerito rojo del coraje y escucharlo mentarle la madre. La morena sabía que siempre iba contar con el y los demás uniformados.
También recibió una llamada del jefe de operaciones, Ramiro la felicito y la lleno de halagos. Sin duda Bloch, estaba siendo tema de conversación para muchos, todos estaban fascinados con la morena. Pero a los únicos que no tenía contentos era a los chapitos, en especial a Alfredo pues el tuvo que lidiar con Maria.
ᴅɪ́ᴀs ᴅᴇsᴘᴜᴇ́s...
Bloch se encontraba patrullando junto con otro compañero, Héctor le pidió un favor que lo cubriera media hora sola en lo que el iba a una farmacia pues se sentía mal. Ella le dio luz verde y lo dejo en un lugar indicado por el, quedando en recogerlo cuando se desocupara.
Pasaron al rededor de unos quince minutos cuando un carro le hizo un cambio de luces, que claramente ella ignoro y siguió con su camino. Estaba por recoger a su compañero cuando el mismo carro le tapo el camino, así como ella había hecho con la pelirroja. La morena trato de no alterarse y mantenerse con calma, la calle estaba sola, hasta parecía hecho de adrede pues no transitaba ningún alma. El carro que la interceptó volvió a hacer el cambio de luces, y ella no respondió. Su celular sonó, señal que Héctor ya había acabado sus asuntos.
Puso la patrulla en reversa, pero se dio cuenta que la tenían rodeada otros dos carros. No entró en panico, al contrario, respiro profundo e hizo un cambio de luces. El dueño del otro auto vio como ella se rendía y bajo del auto.
Lo primero que observo fue a un muchacho, se veía joven. Las luces del carro de donde se bajo el intruso se apagaron a lo que ella respondió de la misma manera, apagando las suyas y abandono su patrulla.
Sophia llevaba un cola alta, al bajarse lo primero que hizo fue quitarse la gorra que portaba y soltarse su cabello. El otro joven la observo de arriba, abajo. No la despistó, se la comió con la mirada. Pero eso no la incomodo, pues sabia el efecto que ella tenía.
Se acerco a el, con toda la seguridad del mundo y al estar a menos de un metro alejado de el, habló.
-Come veras tus carros me obstruyen la pasada.
-¿Mis carros? Si yo solo vengo en este mija-carcajeo el.
-En este y los dos que están allá atrás mal estacionados. Y pensando bien-la morena hizo una pausa y luego apunto hacía otra calle-. El que está allá también viene contigo.
-Eres muy observadora-comento el. Ella no respondió nada, solo enarcó sus cejas-. No te han enseñado que es de mala educación no presentarse, yaquesita.
-¿Yaquesita?-estallo en risa ella.
-¿Vienes de Sonora qué, no?
-Pues si sabes que vengo de Sonora quiere decir que ya me tienes ubicada y por lo tanto puedo jurar que sabes hasta el numero de habitación del hospital en que nací.
-Observadora e inteligente.
-Cosas que me dicen todos los días, nada nuevo-escupió ella, con el ego por los cielos.
-Y mamona, también.
-¿Que quieres? Si no te haz dado cuenta, estoy en horario de trabajo.
-Alfredo Guzman-se presento el, y le ofrecio su mano en forma de saludo.
-Sophia Bloch, aunque eso creo que ya lo sabes-pero al igual que el, ella le estrecho su mano. Y el la acepto gustosa, depositando un cálido beso en sus nudillos.
-No pareces inmutada con mi nombre-dijo el sorprendido-. ¿Que no sabes quién soy?
-Ultimamente he escuchado mucho esa preguntita por aquí ¿qué no sabes quién soy?-imito su voz y el rio-. ¿Qué no saben otra cosa que decir?
-Y directa-ella volteo los ojos-. Bueno mija, mi interrupción a tu trabajo es porque el fin pasado te chingaste a la morra de uno de mis hermanos y le plebe anda bien castrada contigo. Así que me pidio de favor que te viniera a dar un estate quieto, que te bajara los humitos pues.
Sophia se quito el cubrebocas, para que Alfredo viera como bostezaba, en señal de que le causaba flojera su platica. El rio divertido y la admiro, pensó que su cara estaba tallada por el mismo Dios, pues nunca se había topado con un rostro tan angelical y sus facciones.
-Mira primero que nada no tengo por que darte explicaciones de nada pero para que sepas no me la chingue. Nomas le puse su estatequieto-sonrio hipocritamente- porque la que llego bien alzada fue ella y jamás Alfredito, jamas me voy a dejar de nadie. Menos de la querida de alguien, así que si piensas que te tengo miedo pues estás equivocado. Así que lo que vayas hacer hazlo ya, que me están esperando.
-Otra cosa, me llego el rumor que le dijiste gato a mi carnal. Creeme que Ivan, no es ningún gato morra.
-Pues por la vieja que se carga, eso pensé. Digo si tan acá son, pues dile que se consiga algo mejor porque de hueva la pelirroja esa. En vez de operaciones, dile que le pague una pinchi escuela que créeme que le hace falta. Y todavía me das mas hueva tu, que tengas que andarle solucionando las cosas a tu Ivancito.
Alfredo estaba sorprendido, pues nunca le había tocado lidiar con ese tipo de situación. Siempre le agachaban la mirada, es más ni siquiera lo volteaban, pero la morena esa pa todos tenía. No podía negar que le parecía divertida la situación, y a la vez Bloch le provocaba algo en el que quería llevarla con Ivan y hacer que Sophia se tragara sus palabras.
-Ay mija, no sabes en lo que te metes. Pero estoy impresionado, así que te lo voy a dejar pasar porque me caíste bien. Y la María no vale la pena, como pa borrar semejante mujeron-Alfredo le tiro un beso.
°°°°°25+ 𝐯𝐨𝐭𝐨𝐬 20+ 𝐜𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬
𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫𝐥𝐚.
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PESP || 𝑰𝒗𝒂𝒏 𝑮𝒖𝒛𝒎𝒂𝒏
Novela JuvenilLo vio. Desde arriba, observándola. Se veía serio, con una mirada fría y calculadora. 𝘯𝘰 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘵𝘢𝘯 𝘣𝘶𝘦𝘯𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦, 𝘯𝘪 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘭𝘰 𝘮𝘢𝘭𝘰 𝘳𝘦𝘴𝘶𝘭𝘵𝘢 𝘴𝘦𝘳 𝘵𝘢𝘯 𝘮𝘢𝘭𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘥𝘪𝘤𝘦𝘯...