Ávalt

Smíða

Despertar

- Mi rey. Es hora de despertar. - ah, ahí está su canto de sirena. Abre los ojos con morosidad, y lo ve, a aquella divinidad de mirada cautivadora y esmeralda, de cabellos negros que brillan como el ónix por los rayos del sol de la mañana. Sonríe, esa simple curva preciosa le hace sentir renovado. Así que no puede evitar sonreir de vuelta. Sus elegantes y largos dedos le acarician con parsimonia el cabello casi a ras.

-Buenos días amado. - da una respuesta con la voz ronca por el reciente despertar. Besa su palma que le recorre el rostro con adoración.

-Despierta ya Thor. Tienes deberes que cumplir. - dice, con suavidad y reproche entremezclados, Thor se endereza para besarle en la boca, lentamente, amorosamente. De más está decir que es correspondido con un mover de labios cariñoso y acompasado, con brazos rodeando su cuello para atraerlo. No puede ni quiere resistirse. Cada simple cosa que Loki haga es magnetizante para él

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Están ahora en otra posición, con Loki recostado de espaldas en la cama, y Thor encima besándole aún. Se separan unos minutos para recobrar el aire. Thor le observa, y le ama con la mirada, a la criatura más hermosa, su hermano, su compañero, su amado. Thor ha perdido mucho, a sus padres, a su reino, a una gran parte de su pueblo, y hubo un momento en que se perdió a sí mismo. Aún con todo eso, Thor tiene un pedacito de paraíso y hogar al alcance de su mirada, justo ahí y dónde sea que Loki esté.