Ávalt

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Mírame

Odiaba esa sensación carcomiéndole las entrañas, envenenándole el corazón. Pero no puede evitarlo. Lo ama tanto, tan fuerte, tan intenso.

¿Dónde había quedado la promesa?

¿A dónde se fue el juramento de amor eterno?

Traidor.

Adúltero.

Después de todas las noches que pasaron juntos. Amándose, adorándose en cuerpo y alma. Siendo dos que se fundían en uno y latían a un mismo ritmo.

¿Qué pasó con todo eso?

Y de todos los seres en el universo, con una mortal. Una midgardiana que no le llegaba a los talones y que no viviría un cuarto de tiempo de lo que ellos lo harían.

¿Así de vano era el supuesto amor que sentía por él?

Al parecer, ese era el caso.

Quiere dejar de amarlo, quiere odiarlo, quiere tenerlo de nuevo entre sus brazos y quiere matarlo también y al mismo tiempo no. Todo es tan confuso y cuando lo ve llegar con esa mujer al palacio algo cruje dentro de su pecho.

Mírame.

No importa, solo mírame.

Loki acaricia su vientre de forma inconsciente. Thor le anuncia a sus padres que se casará con la midgardiana y la hará su reina. Siente que le cae un rayo encima y parte su corazón en dos. No puede creer que esto esté pasando. Tal vez es una ilusión y cuando los azules le vuelvan a mirar todo habrá vuelto a la normalidad.

Mírame.

Los azules de Thor se posan en él, y no puede decifrar los sentimientos que hay allí. Pero eso dura solo unos pocos segundos, porque Thor voltea la mirada.

Eso era todo.

Mírame ahora, Thor, porque será la última vez que lo hagas.

Ya no había lugar para él ahí. Ya no quería un lugar ahí. Se iría para nunca volver y haría un hogar para su hija dónde no tuviera que vivir en la sombras.

Mírame. Porque nunca lo volverás a hacer.