Según los indígenas venezolanos, en tiempos antiguos no existía la montaña, es decir, antes todo era plano en donde se podía ver hasta el mar.
Cuenta la historia que un día las tribus ofendieron a la gran Diosa del mar y los Dioses lanzarán su ira sobre el pueblo aborigen del Valle de Caracas como castigo a sus rebeliones, violaciones e irreverencias a los espíritus que habitaban en los ríos, bosques y montañas.
Los Chamanes se reunieron para conjurar el castigo, pero no lograban detener lo que habían profetizado los ancianos de las tribus. Fue entonces cuando de pronto un estruendoso sonido se habría paso y una gran ola que pensaban venia del mar, como un sobrenatural golpe mortal arrasaba con piedras, árboles y animales, presagiando la extinción de toda vida sobre la tierra
Fue tanto su clamor y el llanto arrepentido de este pueblo que se levantó una gran ola, la más alta que se había visto. Toda la gente se arrodilló e imploró perdón de todo corazón a la Diosa y justo cuando iba a descender la ola sobre ellos, se convirtió en la gran montaña que hoy existe.
Luego apareció el Sol y un Arco iris surcó todo el valle. Todos voltearon hacia el cerro reverenciando su imponente silueta gritando: "¡Waraira-Repano!, ¡Waraira- Repano!" y es por esta razón el Cerro El Ávila como lo llamaban los Españoles o Warairarepano como lo llamaban nuestros ancestros, cambia de colores con el paso del Sol, como lo hace el mar.
La Diosa se había apiadado y había perdonado a la tribu.
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Leyendas Venezolanas
RandomUn conjunto de mitos, cuentos y leyendas del folklore venezolano. Incluye también mitos y dioses de las étnias nativas del país, así como historias urbanas.