Según la leyenda, en Los Puertos de Altagracia vivía un pescador que, debido a la mala suerte y a la miseria en que se encontraba sumido, siempre le echaba la culpa a Dios por su desdicha. Su mujer, en cambio, rezaba todos los días para que su esposo lograra mejor vida y desistiera de su actitud impropia.
Una noche el pescador, llevado por la necesidad y pese al mal tiempo, tuvo que salir a pescar. Cuando se encontraba alejado de la costa una tormenta destrozó su vela, averió el bote y lo llevó a la orilla de una isla solitaria. Conforme los días pasaban nada se sabía del destino del pescador; éste al ver que se agotaba el alimento decidió adentrarse en el interior de la vegetación a ver si encontraba algo con que reparar el velamen destruido. Luego de mucho caminar, y a punto de desfallecer, recordó las palabras de su mujer que lo instaban a reconciliarse con Dios a través de la oración. Entonces, cansado se arrodilló en la arena y pidió a Señor que no lo dejara morir prometiéndole que si lo ayudaba a salir de esa situación no renegaría de él nunca más. Continuó su paso y divisó una pequeña choza, y sobre el techo de ésta una lona. Aligeró el paso para ver si había alguien dentro de la casa pero al no encontrar a nadie decidió tomarla y volver a la orilla donde estaba su embarcación. Cuando se disponía rasgarla para confeccionar unas nuevas velas se dio cuenta que en la misma estaba grabada la imagen de un Cristo. Abrumado por la imagen la dobló, la guardó y emprendió el regreso remando por las aguas, de pronto sintió como si el bote fuese empujado por unas manos invisibles que lo llevaron de vuelta a Los Puertos de Altagracia. En la orilla lo esperaba su mujer, quien le preguntó si se sentía mal. El pescador la abrazó con fuerza y lloró afanosamente, al tiempo que le respondió que había visto a Dios y como prueba de ello le mostró la lona. Su mujer se hicó frente a la lona y comenzó a rezar.
Desde ese entonces la suerte del pescador cambió y se convirtió en un fervoroso creyente. Muchos aseguran que la imagen se encuentra en un asilo para mendigos de la capital zuliana y, por tal motivo se le conoce con el nombre de El Cristo del Pescador.

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Leyendas Venezolanas
De TodoUn conjunto de mitos, cuentos y leyendas del folklore venezolano. Incluye también mitos y dioses de las étnias nativas del país, así como historias urbanas.