In Another Life (Bokuaka)

CAP 17

En el frío entumecedor del 3 de enero, a las 20:04 horas, había caído nieve por primera vez ese año. Bokuto fue el primero en darse cuenta, pero también había sido el último en decir algo al respecto.

No fue hasta que Akaashi levantó la vista de la pantalla de su portátil cuando se dio cuenta de que estaba nevando intensamente en el exterior. Sus ojos se iluminaron, con la intención de informar a Bokuto, pero cuando giró la cabeza para mirarlo, en lugar de ser recibido por un amigo demasiado entusiasta, se encontró con una expresión imperturbable en el rostro cansado de Bokuto.

Akaashi frunció el ceño.

"¿Bokuto? ¿No lo ves?"

Levantando la vista de la pantalla del portátil, Bokuto dirigió su atención a Akaashi.

"¿Qué...?"

"¿La nieve? Está nevando fuera".

Bokuto giró la cabeza para echar otro vistazo por la ventana. Ciertamente, la nieve estaba cayendo, y además en trozos, pero esto no captó la atención de Bokuto. Francamente, no le afectó en lo más mínimo. Se encogió de hombros débilmente y se dio la vuelta para continuar con la película que ya había visto por trigésima vez.

Akaashi estaba realmente confundido.

"Creía que estabas esperando la nieve. Pensé que era lo que querías..."

Sus párpados cayeron y luego se abrieron de nuevo, Bokuto hizo un pequeño sonido.

"Mnh-... I... Lo veo... Todo el tiempo".

Justo entonces, los labios de Akaashi se separaron en señal de comprensión. Las alucinaciones de Bokuto se habían convertido en una parte tan importante de él, que pensó que la nieve de fuera no era más que otro truco mental. Respiró con fuerza.

"No es una alucinación, Bokuto. Está nevando de verdad".

"..." Bokuto levantó la vista para mirar de nuevo por la ventana. Había un anhelo en sus ojos que Akaashi no podía soportar ver. Con apenas un gramo de fuerza, Bokuto se levantó un poco para ver mejor el exterior. La curiosidad se había disparado en su interior. Quería saber si era real o no. Odiaba lo difícil que se le había hecho distinguir las cosas reales de las falsas.

"Te lo enseñaré". Akaashi se levantó de su asiento y se dirigió al alféizar de la ventana. Allí, separó ligeramente el cristal. Una ráfaga de viento helado se abrió paso en la habitación en un instante, drenando el calor de todo lo que tocaba.

A Bokuto se le erizó la piel, y la piel de gallina se le erizó en la superficie de porcelana. Se tapó con la gruesa manta con mucho esfuerzo.

Rápidamente, Akaashi cerró la ventana, habiendo recogido la suficiente nieve del borde para mostrársela a Bokuto. Se acercó a él rápidamente, cogiendo la nieve ya derretida en sus manos. Bokuto extendió las suyas, ansioso por ver si era verdad.

"Mira, mira". Akaashi colocó el pequeño y blanco trozo de nieve comprimido en la palma de Bokuto. Esto le valió un grito ahogado. Bokuto miró el trozo blanco de hielo derretido y, con un dedo, lo presionó para ver cómo se deshacía. Los pequeños copos de nieve se deterioraron al calor de su palma, dejando un pequeño charco.

A Bokuto se le escapó un jadeo. Sus ojos se abrieron al máximo.

"¡Akaashi!"

"Lo sé."

"Llévame... afuera!"

"Hace mucho frío". Akaashi murmuró las palabras y miró a Bokuto de arriba abajo. No era más que una manta con cabeza. "Tiemblas cuando hay setenta grados en la habitación. Ahora mismo, hay unos... diez grados fuera".