Capítulo II

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MI MEJOR AMIGA COQUETEA CON EL PRÍNCIPE DE MUCHAS COSAS

-Es que sigo sin creerme que el Avatar este con vida, y vistes que tenía como once años, ¿no?- le comentó Kyra a Yue

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-Es que sigo sin creerme que el Avatar este con vida, y vistes que tenía como once años, ¿no?- le comentó Kyra a Yue.

En cuanto pudo escaparse de Kaito y su madre con la promesa de que se venían al día siguiente para seguir con los preparativos se había echado a correr ha casa de su amiga, para poder cotillear sobre el tema que había sorprendido a todos los habitantes de la tribu.

-Los vi de cerca, son bastante jóvenes, tienes razón, pero han de ser hábiles, después de todo vienen desde el polo sur.- dijo Yue cambiándose, mientras que la morena se arreglaba un poco el pelo.

-Oh, ¿y les dijiste hola o algo?- preguntó Kyra acabando de arreglarse los moños junto a su larga melena.

-No, iba en dirección a casa, ya había acabado con todas mis tareas diarias así que quería descansar un poco.- respondió Yue poniéndose el cinturón del vestido.

-Bueno, ya tendremos tiempo de conocer a los invitados esta noche.- farfulló Kyra mientras se maquillaba.

-Ey, ayúdame luego a maquillarme entendido.- ordena Yue al acabar de vestirse.

- Claro, porque la última vez parecías un payaso.- rió la morena acordándose de la situación.

-¡Acordamos no hablar de ese incidente, es algo confidencial!- le grita Yue.

Las dos acabaron riéndose al recordar más cosas así, luego agarraron sus lujosos abrigos y salieron de la habitación.

Una de las únicas cosas que le gustaban a Kyra eran las fiestas, le encantaba escuchar la música de los tambores ceremoniales, el palacio donde no solía ir, los totems que había, la ropa era increíble y sobre todo la comida, cuando no le sentaba mal

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Una de las únicas cosas que le gustaban a Kyra eran las fiestas, le encantaba escuchar la música de los tambores ceremoniales, el palacio donde no solía ir, los totems que había, la ropa era increíble y sobre todo la comida, cuando no le sentaba mal.

Estaba tan ensimismada al lado de Yue mirando al extraño animal de los extranjeros soltar un gritito para asustar a las personas que le trajeron las algas que no pudo evitar sofocae la risa, para segundos después que la música terminara echando algo al agua de la piscina central creando un poco de vapor, para que el padre de su amiga pudiera empezar a hablar.

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