Capítulo III: "Date-not-date".

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Estaba sentada frente a Joseph Jonas.

Sus ojos fijos en mi, en cada movimiento que hacía y su sonrisa hermosa me hacia sonrojar.

Estaba contándome sobre su familia.

Me decía que era de New Jersey, y que su familia residía allí. Era el segundo  de cuatro hermanos.

El mayor Kevin, estaba casado con una hermosa mujer llamada Danielle y tenía una hija de 1 año de edad, llamada Alena. El tercero era Nick y estaba en pareja con una aspirante a modelo, y su hermano más chico Frankie, aún estudiaba en la secundaria.

Sus padres, Denise y Paul Jonas eran buenos cristianos pero que no aceptaron la decisión de su hijo  de alejarse de la religión y vivir su día a día, sin ir todos los domingos a la iglesia.

Estaba absorta en su voz masculina y en su risa. Había algo peligroso en su voz, y oculto en alguna parte de su bella mirada, pero no sabía qué era.

Tomé el sorbete del vaso de cappuccino y succioné para que el líquido caliente subiera. Levanté la vista para capturar la mirada de Joe sobre mí y solté el sorbete, porque su mirada me estaba devorando viva. Relamí mis labios y tragué saliva. Sentía todo en mi reaccionar ante su mirada de depredador.

-          ¿Qué sucede? –Pregunté porque sinceramente no tenía nada mejor que hacer que preguntar lo obvio.

-          No hagas eso –Contestó con vos ronca. Ohpordios, creo que acabo de tener un orgasmo.

-          ¿Qué? -¡Vamos, Ema! ¿En serio? ¿Es lo mejor que sabes hacer?

-          No hagas eso con el sorbete, y luego te relamas los labios –Explicó. Oh, mierda-, no es bueno para mí psicológica y físicamente –Creo que seriamente estoy a punto de tirarme sobre él y dar un show en este Starbucks.

-          Yo... ¿eres así siempre? – En serio, Ema. ¿Qué pasa contigo? Idiota.

Joe se rió. Ohpordios no, la cague. Se está riendo de mí.  Bien, Ema...te mereces el premio a la idiota más idiota del mundo. En serio. ¡Bien por mi!

Él apoyó sus fuertes brazos sobre la mesa y se reclinó como si quisiera contarme un secreto. Me incliné también, dejando ver un poco de mi escote y mis pechos se apretaron, porque puse mis brazos cruzados sobre la mesa. No me juzguen, este hombre está para comerlo.

-          Solo contigo no logro controlarme –Diablos, mierda, carajo. Creo que estoy realmente cerca de un orgasmo...si es que ya no tuve uno.

-          ¿Quieres dar una vuelta? –La pregunta salió antes de que pudiera detenerla o analizarla. Pero, seamos realistas, no había mucho que analizar. Necesitaba con urgencia estar a solas con él, un par de besos, unos toqueteos en su asiento trasero y sería feliz...Oh, esperen un segundo...Estoy sonando como una puta sexopata.

El asintió, con la cabeza, sus ojos aún nublados por la excitación y su sonrisa seductora. Dios, no dejes que me caiga de bruces al piso, porque creo que mis piernas van a fallar.

Me levantó y él se levanta después de mí. Caminamos uno cerca del otro hasta la puerta del Starbucks, me la abre para mí y estoy completamente segura de que quiero tener esa sesión de besos y toqueteos que mi mente sugirió minutos atrás.

Diablos, yo no era así. ¿Qué sucede conmigo?

-          Tengo el auto aparcado aquí a la vuelta –Me informó, lo observé mordiéndome el labio inferior, si. Creo que estoy dispuesta a convertirme en una puta si eso hace que me toqué en su auto-, ¿te molesta si vamos en auto?

Promise Me  | Joe Jonas. #2 (SIN CORREGIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora