Capítulo 15

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La mañana del treinta de octubre tenía a todo Hogwarts corriendo de un lado al otro

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La mañana del treinta de octubre tenía a todo Hogwarts corriendo de un lado al otro. El castillo había sido limpiado de pies a cabeza y Geminis podía jurar que hasta los fantasmas se veían mas brillantes, todo eso le hacía recordar a su abuela, quien siempre se volvía loca cuándo una ocasión especial se acercaba y era su turno de organizar la celebración.

En el medio de la clase de pociones de esa tarde sonó la campana, avisando a los alumnos que debían prepararse para dar la bienvenida a Beauxbatons y Durmstrang, entonces Geminis, Theo, Draco y Blaise dejaron el salón para organizarse en filas junto a sus demás compañeros, siendo observados meticulosamente por Snape, cuya misión del día era controlar que todas las serpientes se comportaran como él consideraba correcto.

-Son casi las seis-anunció Draco, a quien no le gustaba esperar a nadie-tenían que estar llegando ya, esto es muy irresponsable-rodó los ojos.
-Tranquilo Draco-río Theo-solo quieren hacer una entrada dramática.
-Yo les daré drama-susurró enojado.
-¿Cómo creen que llegarán? ¿En tren?-preguntó Blaise.
-No creo-comentó Geminis-tampoco en escoba, desde tan lejos.
-¿En traslador?-sugirió Theo-o talvez pueden aparecerse.
-Nadie puede aparecerse dentro de los terrenos de Hogwarts, ¿acaso soy la única que leyó "Historia de Hogwarts"?-dijo indignada.
-Talvez podrías leermelo-comentó Theo con una sonrisa.
-¿Acaso no sabes leer?-intervino Draco, celoso de ver a alguien intentando coquetear con su prima.
-Ese es Blaise-contestó, ignorando la mala mirads de su amigo.
-¡Ese era un secreto, Nott!-exclamó el moreno, haciendo reír al grupo.
-¡Ajá!-exclamó Dumbledore a lo lejos-Si no me equivoco, allí vienen los representantes de Beauxbatons.

Todos giraron su cabeza en dirección al cielo dónde pudieron ver como una cosa larga, mucho mas larga que una escoba, se acercaba a toda velocidad haciéndose mas grande a la cercanía. Suposiciones sobre que era aquel objeto empezaron a rondar en murmullos hasta que sus dudas se resolvieron. Era un carruaje colosal, de color azul pálido y del tamaño de una casa grande, que era tirado por una docena de caballos alados de color tostado con cola blanca, cada uno del tamaño de un elefante.

Madame Maxime era una mejor enorme y muy alta a quien Geminis solo había visto en una repetida ocasión, durante el baile de navidad anual de la familia Delacour. Sabía que su abuela era una de sus amigas cercanas, ya que ambas se habían conocido durante sus años escolares en la escuela francesa y la directora pareció reconocerla luego de terminar su conversación con Dumbledore sobre el cuidado de los caballos, pues le dirigió una sonrisa y un asentimiento con su cabeza.

De repente, un ruido misterioso y fuerte llegó a ellos desde las tinieblas.

-¡El lago!-gritó Lee Jordan desde las filas de Gryffindor-¡Miren el lago!

Del lago aparecieron grandes burbujas y luego se formaron unas olas que iban a morir a las embarradas orillas. Por último, surgió un remolino y de su centro empezó a salir un asta negra que en segundos se convirtió en un majestuoso barco del que salieron varios muchachos, a Geminis le recordaron a Vincent Crabbe y Gregory Goyle, de aspecto muy tozco y miradas vacían que reflejaban que no había mucho pasando por su cerebro.

GEMINIS [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora