Hey... ¿Adivina qué?

Estoy aquí contigo

Los siguientes días fueron borrosos para todos.

El funeral y el servicio iban y venían. Por supuesto, Taehyun y los demás estaban ahí para Beomgyu, ayudando de cualquier forma que pudieran. Taehyun se quedó inmóvil, pero sintió que Beomgyu no estaba dispuesto a hablar o consuelo físico en este momento. Respetó los deseos de Beomgyu y mantuvo una pequeña distancia. No estaba molesto porque probablemente preguntaría lo mismo a todos los demás si los roles se invirtieran. Lo último que necesitaba Taehyun en un momento de desesperación era que la gente se acercara a él y le hiciera sentir como si lo estuvieran asfixiando.

Se mantuvo cerca de Beomgyu durante todo el funeral, con ojos atentos y cautelosos. No quería que nadie respirara negativamente con el chico mayor. No lo tolerará.

Para su sorpresa, algunos de sus compañeros incluso fueron a presentar sus respetos. Jay, Heeseung, Niki y algunos de sus amigos vinieron a dar el pésame. Taehyun se tensó tanto cuando los vio, esperando que hubiera problemas, pero para su alivio, no parecía ser el caso.

Beomgyu agradeció a todos los que se acercaron a él, asintiendo y dándoles a todos una sonrisa falsa. Aseguró a innumerables personas que estaría bien, que no se preocuparan por él, e hizo tantas promesas vacías de contactarlos en respuesta a sus débiles intentos de ofrecerle ayuda en caso de que la necesite.

Taehyun apretó los puños y se quedó callado, sin decirle mucho a nadie. Solo hablaba cuando se le hablaba y sonreía cuando era apropiado. Yeonjun y Soobin afortunadamente asumieron la peor parte de la gente, llevándolos dentro y fuera, haciendo que las cosas avanzaran. Quitándole a Beomgyu un gran peso de encima y Taehyun siempre estará agradecido por ello.

Hyuka manejó el aspecto emocional de todo. Pronunció un discurso maravilloso en lugar de Beomgyu, hablando de lo maravillosa que era ella. Abrazó a las personas que lloraban y palmeó la espalda a las personas que necesitaban consuelo.

Hacia el final del servicio, Taehyun escuchó a un grupo de personas susurrar, diciendo que les parecía extraño que el hijo del difunto ni siquiera derramara una lágrima o hablara de su madre en su memoria. Iba a ir allí y echarlos, pero Yeonjun se le adelantó.

Con una sonrisa deslumbrante y un gesto amable, Yeonjun acompañó al grupo de personas hacia afuera, involucrándolos en una conversación amistosa. Estaban fascinados por su buena apariencia y personalidad suave, y a un lado, Soobin exhaló un suspiro de alivio una vez que Yeonjun se deshizo de ellos.

Taehyun notó que Soobin debió haber estado muy atento. Observaba a todos en la habitación como un halcón y parecía tener un sexto sentido para saber cuándo las cosas empezaban a ponerse feas. Luego enviaría a su novio para que se encargara de eso, ya que a Yeonjun se le daba mejor.

Sí, Soobin sería una psicóloga maravillosa, concluyó Taehyun con una pequeña sonrisa de agradecimiento y mucho respeto.

Aunque Taehyun veía a Beomgyu casi todos los días, nunca se había sentido tan separado. Fue más tortuoso que cuando Beomgyu decidió darle algo de distancia.

El funeral terminó y las cosas empezaron a volver a la normalidad. A Beomgyu se le concedió un tiempo libre de las clases gracias a que Soobin y Yeonjun interfirieron y acudieron a cada uno de sus profesores. Hyuka asistió a tantas clases como pudo en lugar de Beomgyu, grabando las conferencias y tomando notas por él.

Y Taehyun...

Taehyun está actualmente sentado en el sofá de su sala de estar, suspirando por su teléfono una vez más.

Sí, respetaba la necesidad de espacio de Beomgyu, pero eso fue hace días. Estaba tan malditamente preocupado por él y solo quería asegurarse de que estaba bien, que estaba comiendo bien, ¿dormía por la noche? Necesitaba saberlo.