Hey... ¿Adivina qué?

Ya no soy feliz

— ¿Hey Beomgyu? — Taehyun gritó. Se siente mal interrumpiendo a Beomgyu en medio de su trabajo, pero el chico mayor siempre le asegura que nunca es una molestia.

Aún así, Taehyun se esfuerza mucho por dejar a Beomgyu solo mientras se concentra y se esconde en su habitación y apartamento. A menudo pasa los días yendo y viniendo, simplemente estando cerca de su novio mientras ambos hacen su trabajo por separado.

Pero esto ha estado en su mente por un tiempo, y necesita simplemente... dejarlo salir.

— ¿Qué crees que pasaría si renuncio a la mitad de mi especialización y cambio a una diferente? — Taehyun preguntó, rodando sobre la cama de Beomgyu para mirarlo por debajo de sus pestañas. Hacía frío, se acercaba el invierno y Beomgyu se veía tan adorable envuelto en su mullida sudadera con capucha y dos mantas en su escritorio. Debajo de todos los materiales, Taehyun sabe que está usando sus pantuflas de oso súper suaves que Taehyun le regaló al azar un día. Uno pensaría que Taehyun le ganó la lotería con la forma en que estaba tan feliz y emocionado por el regalo inesperado. A partir de entonces, taehyun adquirió el hábito de comprar cosas pequeñas pero bonitas de beomgyu al azar durante todo el año. A Beomgyu le encantaban las sorpresas.

Ante la mención de su pregunta, Beomgyu sintió que esto no era solo una cosa casual que Taehyun estaba mencionando. Así que sin dudarlo, guardó su trabajo y apagó su computadora, girando en la silla para darle a taehyun toda su atención.

— ¿A qué especialidad estabas pensando en cambiarte? — Beomgyu respondió la pregunta de taehyun con una pregunta propia. Se acurrucó un poco más bajo sus mantas, temblando un poco por el aire de la mañana. Miró su reloj mientras Taehyun se tomaba su tiempo para contestar.

Mierda, eran las 5 de la mañana. ¡El día siguiente! Ni siquiera recuerda haber trabajado toda la noche.

Su corazón se calentó ante la idea de que Taehyun se quedara cerca todo este tiempo. Realmente significaba mucho para él lo mucho que el chico más joven quería pasar tiempo con él, incluso si no estaban hablando o haciendo algo.

— Yo... — Taehyun comenzó, haciendo una pausa con una mirada de total confusión en su rostro. Parecía estar luchando con sus pensamientos. Beomgyu esperó pacientemente, sin importar cuánto tiempo tomara — No quiero ser un estudiante de ciencias ni nada por el estilo. Quiero...

Beomgyu asintió en señal de aliento, curioso por lo que iba a decir.

— ¡Quiero estudiar deportes! — Taehyun soltó, y Beomgyu casi se inclinó demasiado hacia atrás en su silla.

— ¿Convertirse en campeón? — Le preguntó — ¿O un atleta olímpico?

Taehyun se rió y negó con la cabeza, ajustando la capucha sobre su cabello.

— No, por divertido que parezca, no soy lo suficientemente ambicioso como para perseguir algo así. Quiero hacer música, pero también quiero seguir haciendo ejercicio, y bueno... ¿y si me convierto en formador de intérpretes profesionales? ¿Para ayudarlos a mantenerse en forma? Como ayudar a los bailarines, cantantes y otras personas del arte a mantenerse saludables y activos. Incluso podría trabajar codo a codo con los bailarines de Yeonjun. Puedo estudiar música y cómo moverme y cantar correctamente mientras uso técnicas de respiración y todo eso, y luego compartirlo con otras personas que quieran trabajar para ganarse la vida.

Beomgyu parpadeó y se quedó callado, procesando la alegría y la emoción que se encendieron en los ojos de Taehyun mientras divagaba sobre sus ideas. Ha pasado un tiempo, o nunca, desde que vio a Taehyun hablando tan felizmente sobre la educación o la fuerza laboral.