Correteaba con mi hermana en el parque. Aunque la edad que tenía,a muchas niñas de mi edad,eso era para bebés. Raquel y a mí no nos importaba ,además ,ella es 5 años mayor que yo.
Nuestros padres nos miraban sentados en el día de campo. Mi madre estaba hermosa como siempre. Con un lindo vestido blanco. Fresco y delicado. Y mi padre,pues,supongo que bien,cuidaba mucho de ella.
-Niñas-nos llama- vengan a comer,necesitan descansar.
Corremos hacia ellos ya un poco cansadas. Tenía dificultad para respirar.
Nos sentamos y empezamos a comer los bocadillos que preparamos las tres. Comía un poco rápido. Quería jugar más lo antes posible.
-Pero no te lo comas todo,hay para todos,mi niña-me dice mi madre ,creo que no quiere que me atragante.
Era linda la tarde. El clima era agradable y fresco. Se podía sentir una leve brisa rozando delicadamente.
Al terminar de comer,mi papá se levantó y empezó a alejarse.
-¿A dónde va papá? -Raquel tenía la misma curiosidad que yo.
-Va buscar algo para Delia- mamá empieza a recojer los recipientes donde venían la comida.
-¿Le va a dar regalos? ¿Juguetes? ¿Chocolates? ¿Juguetes? -sonaba insistente. Yo permanecí callada.
-Ya Raquel- le puso la mano en su hombro.
Mi madre tenía un don especial. Podía calmar a cualquiera con solo tocarlo. Hasta podría calmar a una bestia de tamaño colosal. Bueno,eso imaginaba yo.
Segundos después,Raquel se calmó y dio un largo suspiro.
-Espero que sea algo genial-fue lo último que dijo,por el momento.
Vi a mi padre volver a lo lejos. Traía consigo dos maletines. Uno mediano y otro más grande. Se arrodilló y los dejó recostado en el mantel.
-Bien niñas-empezó a tomar aire,luego continuó- cuando tenía 10 años,mi padre, me enseñó el arte de las armas. El me eligió la mía ya que no sabia nada del tema al respecto. Como hoy es el cumpleaños de Delia,le quiero dar su arma. -Empezó abrir el maletín más grande. Sacó una especie de pistola grande ,ancha. No la entendía bien. -Esto,es Un guadaña portátil. Al hacer un movimiento,la puedes poner en su forma normal. Es de tu color favorito,azul claro. Con detalles negros. Yo mismo la mandé a fabricar. Te convertirás en una gran guerrera.-veía su expresión de alegría en su rostro.
Pero yo tenía otra cosa en mente. Tenía miedo. Sentía que era muy pequeña para esa cosa. Sentía que no me querían. Lastimarme con eso...muchas cosas negativas y perturbadoras invadieron mi mente.
Miraba a mi padre y se me nublaba la vista. Empecé a temblar del miedo.
-¡Me odias! - fue lo que pensé y mi boca emitió el grito.
Me levanté y empecé a correr lejos de ellos. Adentrandome en la zona donde los árboles abundaban más. Veía con dificultad por donde corría.
Escuchaba a mi familia llamandome. Los ignoraba. No quería usar un arma. No quería lastimarme, no quería matar a alguien.
Después de varios minutos,dejé de escuchar a mi familia llamándome.
Oí un rugido y gritos. Luego sólo escuchaba mis pisadas y mi respiración jadeante. Me detuve. Volví caminando en línea recta,recuperando el aire que había perdido. Me había despeinado un poco al correr. Acomodé mi cabello suelto a un lado.
Cuando llegué al día de campo, ví los cuerpos de mi familia todos destruidos. El mantel estaba lleno de sangre. Me sentía con un dolor en el pecho. Mi familia desapareció en un acto de terror.
Oí aullidos algo extraños,no eran de lobos o perros comunes. La arma que me dio mi padre estaba junto a su cadáver. La tomé y abrí el otro maletín. Era el arco y flecha de mi hermana. Me lo equipé y salí corriendo al mismo lugar que antes. Empezaba anochecer. Tenía que esconderme.
Me dormí bajo un arbol hasta que,sin darme cuenta, oscureció. Me despertaron unas pisadas. Con miedo, abracé el arma. Suplicando que no fuera un monstruo.
El miedo me invade y empiezo a correr. No sabía en que dirección íban las pisadas,pero trataba de alejarme de ellas. Me cansé más rápido que antes.
Choqué con una extraña figura. Tenía una túnica negra puesta. Aterrada,empecé a llorar.
-Espera- se aferró a mi. Resulta que es una persona. Una mujer.- ya basta de correr. Debes estar cansada.-se quita la capucha que tiene en la cara. Me levanta la mirada. Me doy cuenta que es una mujer mayor con cabello corto y rizado.-Tuviste un largo día muy agitado. Perdiste a tu familia en tu día especial.-me abraza,no lo reprendo de ninguna manera,sentía que ya no tenía fuerzas.- Ven,Delia. Te llevaré a casa y te entrenaré.
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Enemigos leales
AvventuraEn esta actualidad, la Tierra está habitada de criaturas oscuras del inframundo. Liberadas por los pensamientos negativos de la humanidad. Humanos comunes se esfuerzan en proteger a los débiles con sus maestrías en armas. También personas con dones...