-Es ese tipo...- dijo Alex entre dientes. Era obvio que se refería al chico enojado de antes.
Toma mi mano que estaba a pocos centímetros de la suya.
-Hay que calmarlo. Seguimos con esta charla más tarde- me mira fijamente a los ojos-es importante para mí.
Ese último comentario,hizo que mi cara se pusiera como el color de sus ojos.
-Oye,no quiero problemas, fue un accidente-se escucha otra voz, la de una chica.
-¡Pues que pena! -el chico se escuchaba más enojado.
Alex,tomando de mi mano, se paró y me llevó a toda prisa donde se desarrollaba la discusión. Se había formado un leve círculo de personas al rededor,como cualquier inicio de pelea. Suponía que eso era lo que Alex temía. Al pasar por la gente, vimos la escena. Efectivamente,era el chico problema de la entrada. Le gritaba a una chica de cabello azulado. Pude describirla. Piel tersa,con ojos azules claros como el cielo. Con Chaqueta negra y blusa gris simple, con pantalones color azul oscuro y zapatos negros. Estaba parada apartada del chico. Lo ví de espaldas. Sacó su arma de la funda,era una catana. -Cosas así no son un accidente- la amenazó , apuntando con la punta del filo.
-Con que te gusta gritarle a las chicas-dijo Alex ,que mirabamos desde lejos.
Con esas palabras, el chico se voltea, dejando de apuntar a la peliazul. Ahora pude reconocer sus rasgos. Piel canela, ojos marrones, casi negros, chaqueta marrón , playera gris, cabello lasio y negro, ligeramente despeinado. Con una leve barba.
-Creo que alguien debe mostrarte buenos modales- Alex suelta mi mano y toma su arma que posaba en su espalda con un leve cinturón y la divide en dos por las cadenas.
-¡No te metas en lo que no te incumbe!- dijo el chico alzando la voz.
-Sino querías eso, entonces no tenías que gritas desde un principio- dije- estás causando un grán alboroto por un motivo que tal vez no sea tan grave.
Se que me arriesgaba al hablar, pero no se podía estar así. Alguien tiene que detenerlo.
Vi de reojo a la peliazul, tenía su mano en la boca. No me extrañaba que estuviera sorprendida.
La mulchedumbre empezó a dar murmullos. El chico problema se asercó a mí lentamente. Alex intentó protegerme poniendose alante de mí. Le dije con la mirada que no se preocupe, que dejara que se acerque. Y me hizo caso. Fue con la peliazul. Me quedé viendo después al chico a cinco centímetros de distancia. De forma seria, sabiendo lo que hacía.
-A sí que piensas- dice- que chocar conmigo,no es nada grave, ¿verdad?
-Así es- afirmo de forma pasiva- es algo que se puede manejar. Y no hay razón para alterarse- pongo la mano en mi cintura.
-Pues resulta que conmigo, no se puede chocar, ni por accidente- noto que levanta su catana poco a poco -el que se mete conmigo, se mete con la muerte- despacio, pongo mi mano encima de Ozreal - y ella - mira a la chica y la apunta con la punta de su arma- se va a ver con la muerte -Alex la defiende, poniendose alante de ella.
-Entonces, mátame a mí -al hablar hago que se volteé hacía mí nuevamente y se sorprende al notar que el filo de Ozreal está a a pocos centímetros de su cara -si es que eres capaz.
Traga saliva y se aleja lentamente de Ozreal. Grita y me empieza a atacarme intentando cortarme de alguna manera. Como no quería herirlo, bloqueaba sus ataques, no contraatacaba. Lo hice hasta que se agotara, lo cual fue más pronto de lo que esperaba.
Se alejó mucho de mí respirando con dificultad. Me miraba enojado.
-¿Qué pasa? ¿Porqué estás cansado? -dije con calma,como si no hubiera pasado nada- Me sorprende que hayas agotado tan rápido -yo podía seguir sin problemas, gracias al entrenamiento de la señora Nina.
Mis palabras lo enojaron aún más. Grita e intena atacarme de nuevo. Lo bloqueo de tal forma que nuestras armas se cruzan y hace que nos miremos fijamente. Su enojo hace que sus cejas estén encarnadas.
-¿¡Porqué no estás cansada!? -dice con rabia.
-Porque no estoy peleando -digo, plasmando una mirada fría.
Apoya con más fuerza su arma. Y yo hago lo mismo. En ese momento, suena el aviso de que ya casi estabamos llegabando a la Academia. Al aviso, el chico se aleja y guarda su catana.
-Esto no ha terminado- se aleja molesto y se pierde entre la multitud acumulada por la pelea. Guardo en forma portatil a Ozreal. Alex se acerca a mí con su arma colgada en la espalda. Pone su mano en mi hombro.
-Me sorprendiste- dice suspirando.
-Y hay más cosas de mí que te ván a sorprender -lo miro a los ojos y le sonrio. Para hacerle notar que estoy bien.
-Ya falta poco para que lleguemos,vamos aprovechar el buffet mientras -dice señalando la cafetería con el pulgar.
-Claro -le aciento con la cabeza.
Toma de mi mano y me lleva. Me sorprendió su repentina acción, pero no me quejé. Me agradó y seguí la corriente. Aunque me pusiera nerviosa.
Al llegar, nos servimos y tomamos lo que queríamos y nos sentamos tranquilamente en una de las mesas. Al medio comer, Alex comentó : ¿No te parece raro, que nadie detuvo la pelea?
Tenía razón. Como tenía la boca llena, acerté con la cabeza.
-Pero no te preocupes por eso ahora, come tranquila- al terminar de masticar, me entró mas comida a mi boca. Lo cual me impidió responder.
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Enemigos leales
PertualanganEn esta actualidad, la Tierra está habitada de criaturas oscuras del inframundo. Liberadas por los pensamientos negativos de la humanidad. Humanos comunes se esfuerzan en proteger a los débiles con sus maestrías en armas. También personas con dones...