Capítulo IX

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El señor Mark me pide que me siente. Le obedezco y me siento en la otra silla de visitas. Me doy cuenta de que Jake nunca aparta la mirada de enojo en ese corto trayecto.

-Quizá te preguntes el por qué de estar aquí, Delia -afirmo con la cabeza -resulta que tu compañero se ha quejado y quiere estar aliada a otra persona -veo como el director apoya sus brazos en el escritorio y nos mira a los dos.
-Resulta que no quería darle a Jake una respuesta sin tu estar presente -el bravucón se impasienta moviendo levemente su pierna.
-Además de que quisiera saber tu opinión sobre eso.

-Bueno -empiezo a decir -en realidad no me gusta estar con chicos problema -lo dije mirando seriamente a Jake -y si me dieran la oportunidad de cambiar de compañero, no la desaprovecho -dije ya mirando al director. Me había dado cuenta de que el causante de esto, estaba con una leve sonrisa de satisfacción.

El señor Mark se levantó de su asiento y empezó a caminar por la oficina.
-Me da pena lo que me dicen -lo dice en un tono decepcionante -ya que organizamos a los compañeros de forma tal que se lleven bien y que juntos trabajen como equipo -se detiene y nos mira -lo primero que dije, fue una cosa que quizá no sea cierta -siguió su paso -sino que, investigamos y analizamos las habilidades de cada uno para poder ver que es lo que le falta para que sean aún más fuertes. Para que juntos sean imparables. A si que me temo -se coloca al frente de su silla, y se apoya del escritorio con sus brazos, haciendo una corta pausa -que no puedo cambiar su equipo.

-¡¿Qué!? -dijimos los dos al unísono.

-¡Me niego a tener una compañera como ella! -me señala con su dedo índice.

-¿Disculpa? ¿Y qué hay de tí, bravucón? Que se enoja con que solo lo toquen -ya dije esto con toque de rabia en mis palabras.

Me mira con enojo y frunciendo el ceño. Estaba a punto de seguir con sus absurdos argumentos, pero el director lo interrumpió.

-Quizá ustedes no lo entiendan ahora -empezó a decir -pero algo vi en ustedes. Cuando vi las habilidades de Delia, me quedé sorprendido. Porque -encarna la mirada en mí -tienes una manera original de pelear. Es firme, pero a la vez muy cautelosa y elegante. Lo contrario de Jake -fija su mirada en el chico -es violento, con furia y sin piedad.

Veo que él baja la cabeza. Su estilo de batalla es de verdad brutal, haciendo que gaste toda su energía en unos pocos movimientos.

-Además -no acabó de explicar -cuando los vi enfrentarse en el submarino, me di cuenta de que no nos equivocamos.

-Por eso nadie detuvo la pelea -digo abriendo un poco los ojos. Como si ya hubieran respondido mid pocas incógnitas. Y así fue.

-Así es, los habíamos estado observando desde que se montaron en el autobús.

-También explica el momento en donde tomaron las fotos de presentación -dijo aquel chico de ojos oscuros con el ceño fruncido y mirando un punto imaginario del escritorio.

-Si no tienen nada más que decir, pueden retirarse -se sentó en su silla mostrando vagamente la puerta principal de su oficina con su mano.

No tuvimos de otra que salir. Ya no se podía hacer nada. Nos levantamos de nuestros asientos y salimos. Pero antes, no podía faltar la pequeña pelea de quién salía primero.

-¡Maldigo el sistema de este lugar! -dijo Jake furioso y golpeó la pared del pasillo con su puño.

Me puse a meditar un poco. Quizá había otra razón en la cual no nos podían cambiar -de seguro nadie más se quejó y no había forma de cambiar equipos -lo dije pensando en voz alta, acariciando mi barbilla. Jake me mira fijamente. Como si diera en la respuesta correcta.

-Pero ya no se puede hacer nada -le digo mirándolo seria y acercándome a él -a sí que tendrás que soportarme, bravucón.

Sus ojos se llenan de furia. Mueve sus manos en busca de su catana en su funda colgada de él. Pero él está desarmado. Lanza un gruñido de frustración y responde.

-No se que vieron en tí, pero nadie como tú va a opacarme ¡no sabes con quién te metes! -ya gira su cuerpo que estaba frente a la pared, y se pone frente a mí.

Noto que es ligeramente más alto que yo. Tuve que levantar ligeramente la mirada. Se pegó un poco a mí cuerpo. Me mantuve seria. Nadie como él iba hacer que perdiera la paciencia.

-Creo que no lo sé, pero al menos tengo una idea -digo y me aparto de su repentina cercanía.
Frunce el ceño y se enfurece más. Era notorio por sus expresiones faciales. No quería seguir con esto. A si que simplemente di media vuelta y empecé a caminar. Oía como él empezaba hablar tonterías otra vez. No le hice caso. Lo interrumpí diciéndole : "Nos vemos luego". Despidiéndome con la mano sin dejar de caminar. Dejando al del piel canela solo en el pasillo.

Ya era hora del almuerzo. Alex me espera en la entrada de la cafetería con Lyra. Al parecer se encontraron y decidieron esperarme.
Entramos al lugar. Y ví que era una cafetería muy grande. Las mesas de esta, eran de forma rectangular y de color blanco desteñido. Mientras que el resto, era acorde con el resto de la Academia. Solo que al fondo, estaba la barra de comida. Donde ya estaban hecho los platillos. Solo era cuestión de tomarlo con una bandeja. Alex me dijo que nuestros padres y/o tutores, pagaban mensualmente la comida de la cafetería. Aunque yo veía que al final de la barra de comida, había una caja registradora.

-Resulta que funciona como si tuvieras una tarjeta de crédito -dijo sacando una identificación de la Academia.

Estaba preocupada ya que yo no recordaba tener una tarjeta así. Pero Lyra me calmó diciéndome que la dejan en los dormitorios. Como no tenía la mía, y a Lyra se le había olvidado traerla, Alex se ofreció en comprar mi comida, con la condición de que debía de pagarle el favor algún día.

Después de que comimos, salimos y empezamos a explorar el campus. Ya que era un tiempo perfecto para eso. La peliazul llevaba el mapa consigo. Ubicamos los edificios donde daban las clases. También en donde estaba la sala de entrenamiento. Para mí, era un punto de interés importante. Luego donde se desarrollaban las actividades extracurriculares. Lyra nos contó que le gustaba la natación y que de pequeña ganaba medallas y trofeos del 1er lugar. Me doy cuenta de que Alex le interesa mucho lo que dice. También que, durante el trayecto, vi como se trataban bien y con simpatía. Hubiera deseado caerle bien a mi compañero.

Seguimos explorando hasta que se hizo de noche. Lyra y yo nos despedimos del canoso.

-Espera -toma mi mano para detenerme -necesitamos hablar.

No pude evitar sonrojarme un poco.

-Lyra, yo te alcanzo en un momento -dije con la mirada baja.

Escucho las pisadas que de alejan. Luego siento como unas manos con guantes rojos toman mi barbilla y levantan mi mirada. Después, como un rostro con una mirada cautivadora rompe mi espacio vital.

-Entonces -Alex empieza a decir -sigamos con nuestra charla.

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⏰ Última actualización: Feb 15, 2016 ⏰

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