charchazo

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Andaba con la peor pinta y seguía media volá, pero escuchar a la niñita con la voz quebrada hizo que mi corazón de abuelita saliera a flote.

Me subí a la moto y partí de welo al departamento de la Chaewon ¿Qué le habrá pasado? Me hacía mil películas hasta que finalmente se me prendió la ampolleta, no iba a hablar con la Jinsoul?

Me empezó a hervir la sangre y aceleré más, si chocaba iba a quedar igual a los restos de lechuga que quedan después de la feria BWNDKWKD

Tenía suerte de que era tarde y no se veía ningún auto, no pasaba nadie en la calle salvo los weones que andaban buscando algún clandestino para comprar copete y seguir con los carretes en día de semana.

Ya al llegar, salté de la moto casi y corrí a los departamentos. Ahí estaba sentada en la escalera tiritando por el frío, me saqué rápido la chaqueta y me acerqué a ella colocándosela.

—Cuéntame que pasó altiro.—Chucha, le hablé muy zarpá. Ojalá no se asuste.

—Hyejoo..—Puso su cabeza en mi hombro y me abrazo antes de ponerse a llorar, me dieron ganas de llorar también.- Gracias por venir. La Jinsoul me pegó.

—Y porqué te pegó la weona? Si no es na' tu mamá.—La hice mirarme y claro po, tenía toda la mejilla roja.

—Es que le conversé el tema de la Heejin y supongo que se puso algo intensa.—Forzó una risa y yo puse una mueca rara.—Le dije que no podía ser weona y mirar distinto a sus amigas cuando su hermanita también es fleta, vierai su cara weón.—Ahora se río de verdad.—Pero bueno, al menos me liberé.

—Y tú mamá weón? ¿No se metió? Mira como te dejó la tonta culiá.—Tenía rabia y no controlaba los garabatos.

—No me quiere ver. Está chalá esa mujer con Jesucristo y no sé que weá.—Se encogió de hombros y le di palmaditas en la espalda.

—El departamento donde vivís es el primero subiendo la escalera o no?—Me asintió y más que rápido me paré a subir las escaleras para poder tocar la puerta.

No pescaron y le tiré una patada.

—ABRAN LA WEÁ SI NO QUIEREN QUE ME PONGA BÉLICA.—Escuché unos pasos apurados y vi que se abrió la puerta rápido.

Salió la Jinsoul y me miró con los ojos bien abiertos, enojada.

—Qué te crees rota picante, mira que vienes a patearnos la puerta. Edúca—No la dejé terminar y le mandé tremendo charchazo en el hocico.

—Cuida las weás que decís, erís más aweoná que los perros nuevos parece.—Apreté la mandíbula.—Me llevo a la princesita, pero cuando la vean bien no quiero que me reclamen.

—Que te pasa!? Voy a llamar a los señores carabineros!—Se estaba tapando la boca seguramente porque le dolió donde le pegué.

—Me importa un pico la yuta culiá, me los paso por el ñackson. Cuídate cuica al peo.Pesqué la puerta y la estampé bien fuerte para cerrarla en su cara.

Bajé las escalera calmándome un poco y vi a la Chae asustada, conchetumare me pasé po'.

—Chae, no te asustís. Disculpa por ser tan ordinaria.—pateé una piedrita que había en el último escalón para distraerme de la vergüenza.

—No es por eso, Hye.. Muchas gracias.—Es que nunca había visto a nadie respondiéndole a la Jinsoul de esa manera.—Yo respiré de nuevo, menos mal.

—Ahh, pura weona tu hermana.—La hice pararse y la agarré del bracito para ir a buscar mi moto.—Porqué no llamaste a la Yerim en todo caso? Recién me conocís de hoy día. Bueno, ayer porqué son más de las doce.—Siempre doy las medias vueltas pa' hablar weón.

HYEWON ; La weona de la micro [chilensis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora