La historia se remonta después del ataque a USJ, Izuku al ver lo poco efectivo que pudo ser en ese entonces decide entrenar para sobrepasar sus límites, con ayuda de dos personas logra ver más claro ahora su camino a convertirse en un héroe. Al igua...
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Con impotencia el peliverde tenía cerrados los ojos, pero nunca escucho el sonido de la katana impactar o atravesar algo.
Abría lentamente sus ojos y ve unos látigos negros agarrando al asesino, haciendo que este no pudiera moverse.
Tanto el azabache como el villano se encontraban conmocionados por lo que veian.
Izuku no se había percatado de esto, pero los látigos salian de sus brazos.
-M-Midoriya-kun- habla el azabache -Que estas haciendo?- le pregunta.
Esto sacó de sus trance al peliverde y se percató de los latigos.
Muchos pensamientos pasan por su mente en ese momento. ¿Cómo es posible que él este haciendo eso? ¿Acaso si tenía kosei desde un principio? ¿No era mukosei? ¿Por qué en este preciso momento?.
Esas y muchas preguntas más pasan por su mente.
-Qué estas haciendo chico?- preguntó el asesino.
El peliverde no respondió a eso ya que ni el mismo sabía que hacía.
Lentamente el peliverde comenzó a sentir dolor en sus brazos.
Un gesto de dolor apareció en su rostro, el dolor aumentaba cada vez más.
-Ahhhh- grito de dolor y por un momento los látigos soltaron al asesino y este aprovecho para escaparse de su agarre.
Tomó su distancia y se recompuso ya que su cuerpo había sido fuertemente sostenido.
-Que es lo que estas haciendo Midoriya-kun?- preguntó el azabache.
-N-no lo sé- los látigos comenzaron a golpear todas las paredes que habían en el lugar.
-(No puedo controlarlo)- se queja del dolor.
El asesino no espero y se lanzó al peliverde, tenía que noquearlo para poder así detenerte el gran escándalo que había causado.
-Quedate quieto niño- le grito el asesino mientras se acercaba al peliverde con su espada.
Pero un látigo le impacto en su costado derecho, los látigos iban y venían a una gran velocidad.
-I-Iida-kun- lo ve con terror en sus ojos -Levantate... Huye... Vamos hazlo...- le grito, lentamente iba perdiendo su conciencia el peliverde.
El dolor era demasiado para su cuerpo.
El azabache intenta levantarse nuevamente.
-Apresurate... N-no aguantare demasiado, eres mucho más fuerte que ese odio- lo mira -Iida-kun es tu oportunidad-
El azabache cerró los ojos y dio un gran grito para reincorporarse lentamente, da un respiro hondo e intentó acercarse pero los latigos no lo dejaron.
