Capítulo No. 24 Separación.

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Como es que el peliverde había llegado al terreno de pelea, fue tan repentino su cambio tan drástico

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Como es que el peliverde había llegado al terreno de pelea, fue tan repentino su cambio tan drástico.

Retrocedamos a unos minutos, el peliverde veía la pelea en la pantalla.

Su corazón latía como loco en ese momento, la adrenalina invadía su cuerpo.

Era ahora o nunca, o no tendría el valor de cambiar el curso de todo.

Pero, por que su cuerpo no se podía mover en este momento.

Aferrado a su brazo se encuentra una pelivioleta mientras también ve la pelea.

La ve de reojo y verla hace que las cosas sean aún más difíciles. Pero es necesario hacerlo.

Debe hacerlo, es por lo que ha estado entrenando, para que todo no sea igual, debe cambiar el curso.

-Lo siento- susurra para darle un golpe en la nuca a la chica dejándola inconsciente.

-M-midoriya-san q-que haces?- pregunto la pelinegra viendo como deja en el suelo con delicadeza a la chica.

-No estarás pensando en ir verdad?- dijo un bicolor, mientras que un rubio cenizo se mantenía al margen.

-Piensan detenerme?- los ve con furia.

-E-es una locura Midoriya-kun- dijo con nervios un peliazul.

-No tengo tiempo para discusiones- se da la vuelta pero siente como alguien lo toma del hombro.

Volteo su rostro y era la mano del ojirrojo.

-Sueltame- le ordenó con furia.

-No tengo por qué obedecer las ordenes de un ne- no termino ya que el puño derecho del chico se estrelló en su estómago.

-No tolerare a nadie si intentan detenerme- todos se sorprendieron por su acción.

El rubio cenizo tendido en el suelo, el golpe había sido muy fuerte que lo dejó inconsciente.

-Q-que hay de Kyoka?- la pelinegra dijo -E-ella... Te ama-

La mirada del peliverde se dirigió a la pelivioleta.

-No importa- los rayos comenzaron a salir de su cuerpo.

En eso sus pies son retenidos por hielo.

-No pienso dejarte ir- ver eso llamo la atención de la gente.

-Todoroki-kun- lo vio y en eso pudo entender, pudo ver a través de esos ojos.

Llenos de miedo, tristeza, furia y determinación.

El peliverde lanzó una rafaja de aire al suelo destruyendo el hielo y sin decir nada más se fue.

-Por qué no lo de tuviste- dijo el peliazul al bicolor.

-Solo... No me corresponde detenerlo- bajo la mirada

Todos quedaron sorprendidos y estos con temor por lo que pueda pasar.

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