Un héroe en brillante armadura

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Emma nunca se había detenido a pensar en la posibilidad de que a Tom le gustara ella. Es decir, sí, sabía que él quería acostarse con ella, pero, pensó que era por ser promiscuo o alguna apuesta . Emma nunca exploró la posibilidad de que Tom esté genuinamente loco por ella.

Emma se lame el labio inferior repasando los eventos del día mientras decide en su cabeza si debe contarle o no a sus amigas. Estaba ansiosa caminando de un lado a otro mordiéndose las uñas recordando aquel momento tenso en el salón. Ella jamás había estado así. La única vez que sintió tanto estrés fue cuando no pudo hacer un chaleco en punto cruz para su padre, un evento realmente terrible. " ¡Ah! Te odio, Tom Varón ¿Por qué tenía que quedarme encerrada justo contigo? ¡Y dos veces! ¡Malditas puertas!" maldice mientras patea su escritorio. Entonces, empieza a saltar y quejarse del dolor, ya que se había golpeado el dedo gordo con borde de madera estando descalza. "Ay ay ay" ella llega a su cama saltando en un pie y se tumba agotada.

"Todo era mucho más fácil cuando era invisible para él"

Unas horas más tarde, como a las ocho, su madre la envía a comprar unos condimentos que hacían falta para la cena. Haría pollo al curri, el plato favorito del papá de Emma. Sin embargo, ella no tenía muchos ánimos de salir, justamente porque había logrado distraer su mente del tonto Tom Varon. Solo quería seguir estudiando, meter su cabeza entre los libros si hacia falta.

Ella compra todo lo que hace falta y regresa a casa del super cargando una bolsa con las compras; también, tiene una cartera que le rodea el cuerpo en un diagonal, donde lleva su dinero, llaves y celular. Cuando el semáforo cambia a rojo, empieza a caminar muy segura de si misma. Sin embargo, su mente estaba perdida en algún lugar entre el aula y el baño para discapacitados. De pronto, dos grandes luces tintineantes se acercan hacia ella a toda velocidad. Ella intenta moverse pero sus piernas no reacciona, los únicos que reaccionaron fueron sus ojos, se cerraron con fuerza.

Sintió que todo había terminado. Sintió terror.

Entonces, escucha la voz de Tom gritando su nombre.

Creyó que era una alucinación, pero de repente olió su aroma a chocolate, sintió sus brazos rodearla y cayó junto a Tom a la fría acera.

"¡¿Qué diablos te ocurre?! ¡Podías haber muerto!"

Emma abre los ojos lentamente y observa a un Tom sudoroso a su lado. Ella tarda unos segundos en asimilar todo lo ocurrido. "Gracias" logra decir casi sin aliento. La gente los empieza a rodear, uno de ellos estaba llamando a la ambulancia.

"¿Estas bien?¿No te duele nada?" pregunta Tom mientras ayuda a Emma a reincorporarse.

"Señorita, en serio lo siento. Mis frenos empezaron a fallar hace dos cuadras. Por eso encendí las luces y las hice parpadear"

Emma se impresiona al ver al conductor del auto bajar de su vehículo, el cual había chocado contra un poste y estaba humeante, pero eso no era lo más sorprendente, lo que en verdad dejó perpleja a Emma es que el hombre había bajado de su auto caminando con normalidad cuando tenía una lesión grave, le estaba sangrando a un lado de la cabeza. Él seguramente ni siquiera se había dado cuenta, pues como ella, también estaba en shock. No obstante, Emma sí que se daba cuenta de la herida. Ella puso los ojos en blanco y perdió el conocimiento en los brazos de Tom. Tenía poca muy poca tolerancia a la sangre.

Tom empieza llamar el nombre de Emma con preocupación. Nadie ofrece una buena sugerencia y no está dispuesto a esperar a la ambulancia.  Se levanta con ella en brazos y pregunta por el hospital más cercano, memoriza las direcciones por lo que una vez que se las dan  comienza a correr sin vacilar. No puede dejar que nada le pase. Después de un par de cuadras, siente sus piernas  arder pero no cede ante lo cansado que está. Solo basta una mirada al rostro dormido de Emma para recobrar las fuerzas, el hospital estaba a diez minutos.

UGLY HEART || Una historia original de M.A.LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora