UGLY HEART || Una historia original de M.A.L

Tienes un arroz en el cabello

Emma siente que va perder la cabeza, figurativamente claro. Siente que va a estallar de la pena. La madre de Tom, la posible madre de Louis y el mismo Louis  la encontraron con el cuerpo sobre el regazo de  Tom y las piernas literalmente en el aire.

"Solo me estaba midiendo la presión." dice Tom en tono de mofa.

Emma abre los ojos como platos y abre la boca para excusarse. Pero primero baja de la cama como impulsada por un resorte e intenta controlar el calor que se genera en sus mejillas. Al hacerlo escucha las risas de Mía, la madre de Tom, y Andrea, la madre de Louis.

"Como lo siento, yo..." comienza a decir Emma. 

"No tienes que disculparte" señala Andrea riendo un poco. "Todos aquí conocemos a Tom"

"Además, eres la única que no vino en minifalda hoy. Eso es un avance" agrega la señora Mía. "No te preocupes, Emma."

Louis frunce el seño "¿Ya se conocían?"

"Emma vino al hospital la semana pasada por un choque de conmoción, casi la atropella un auto"

"¡¿Un auto?!" Excalma Louis.

"Ah claro, me habías hablado de ella" recuerda la madre de Louis. "Un gusto conocerte, soy Andrea, la tía de Tom"

"Buenas tardes, señora Andrea, señora Varon... Louis" Emma saluda a todos con un ademan de la cabeza.

"No me digas señora, siento que me está hablando mi suegra. Dime Mía" le pide la madre de Tom.

"Esta bien, Mía"

Ella le agradece con una sonrisa, acto seguido se acerca Tom "¿Cómo haz estado, hijo?"

"Pues mis piernas se sienten de maravilla" Su madre le da un zape en la cabeza. "¡Au!"

Louis y su madre ríen. Emma también quiere hacerlo pero sigue un poco tensa por el momento.

"Preguntaba por tu brazo, Tom"

"Estoy bien, mamá. Podría  hacer un touchdown sin problemas" asegura Tom con una sonrisa.

Louis se acerca a Emma y le dice al oído "Nuestras madres son fanáticas del futbol americano"

Emma solo esboza una sonrisa torcida. Al parecer, a Louis no le había afectado mucho encontrarla con Tom en esa posición ¿Acaso no sentía celos? Él sigue sonriendo igual que siempre, tal vez después de todo él solo la ve como una amiga.

Tom nota que cuando Louis se acerca a Emma para hablarle al oído, ella se sonroja con timidez. Sin embargo, cada vez que él se acerca, ella retrocede. El panorama era claro, Louis llevaba la ventaja mas él está dispuesto a voltear el marcador.

"El doctor dijo que te podemos llevar a casa" anuncia Mía. 

"Que bueno porque estoy harto de estar en esta cama" confiesa Tom. "Extraño la escuela" agrega lanzándole una mirada coqueta a Emma de pies a cabeza.

La mirada recorre el cuerpo de Emma como agua fría. "Que poderoso efecto" piensa Emma.

" ¿Tú extrañas la escuela? " la señora Andrea  abre los ojos sin poder creerlo. "Tal vez deberíamos dejarlo un par de días en observación" y añade susurrando "Se golpeó muy fuerte la cabeza."

Tom solo ríe al igual que su madre y Louis. Emma  contempla el cuadro familiar frente a ella. Lucen como una gran familia feliz. El recuerdo familiar más parecido de Emma es cuando sus padres y ella fueron a visitar a su hermana mayor en el extranjero. 

En su infancia, la hermana de mayor de Emma, Beatriz o Bea para sus amigos, jamás fue muy cercana a ella a causa de la diferencia de edad.  Cuando Emma nació, su hermana acaba de cumplir los nueve años edad. Y al ser ambas mujeres, existía cierta rivalidad por la atención de sus padres. Aunque Emma no era consiente de eso, la única que sí lo era, era Bea, quien  tenía celos de su nueva hermanita y lo expresaba siendo cruelmente fría con ella durante toda su niñez.  A tal punto que hasta le cerró la puerta en la cara varias veces cuando no quería que sus amigas hablaran con ella durante sus pijamadas. Esto tenía un razón, Bea no solo envidiaba a Emma por la atención que recibía al ser la menor, sino que Emma había heredado las facciones delicadas de su madre y la piel lisa de su padre mientras que ella tenía un lunar negro prominente a lado de la nariz (cuya madre tenía en la barbilla) y las facciones oscas de su padre. Además, ambos padres  tenían el cabello ondulado y lleno de vida, igual que Emma, mientras que Bea había heredado el cabello liso de su abuela. Todo aquello reunido generó en Bea un profundo resentimiento hacia Emma. Por supuesto que la amaba, pero casi nunca lo expresaba.