-helado:
Narra Sarah:
Salí corriendo de aquel cuarto, era una bodega abandonada en medio de la nada.
Corrí colina abajo, y pase entre los árboles que se encontraban ahí, corría. Sabía que el podía estar persiguiendo me, me he caído varias veces mi cuerpo está muy débil, pero aún así le exijo más y sigo corriendo, no sería raro terminar desmayada.
Mis pies estaban raspados por las enumerables caídas que me eh dado.
Estaba por llegar a la ciudad, había estado corriendo durante horas.
—Carajo.. —Dijo susurrando y recargando se en uno de los árboles.
Me incline un poco y apoye mis manos en mis rodillas. Mi respiración era pesada, trataba de regularla y tranquilizarme.
Seguí caminado, ya no corría sabía que eso aria que cayera desmayada.
Por fin salí a la carretera, estaba recargada en uno de los barandales del puente de madera que están ahí. Necesitaba agua. Baje del puente y me puse en cunclillas, junte mis manos y las metí al agua, me moje la cara y después tome un poco, si es asqueroso pero no me culpen a mi, en sircunstancias cómo estás solo queda conformarse con lo que hay.
Me puse de pie, me sentía mariada y era algo lógico no había comido nada, sentí como mis pies se aguadaron, me apoye en el árbol que estaba ahí serca para no caer, mis párpados se cerraban, escuché una voz y pasos, me asusté, el pánico corrió por mis venas, pero mi nerviosismo se calmo cuando escuche la voz bien, era una voz femenina.
—¡Oye!¿Todo bien? —la chica se dirigió a ella y la tomó del brazo para ayudarla a sostenerse y que no cayera.
Sentí como tomo mi brazo, no la alcance a ver bien del rostro, era una cabellera blanca, mi vista se nublo más y de un momento a otro todo se volvió negro, sentí como mi cuerpo calló al piso y como las hojas se crujieron, tambien escuché un pequeño grito.
«Me encontraba en una casa, la cama era acolchonada y cómoda, no quería levantarme, pero sin más ruedos lo hice, el cuarto era blanco así como las sábanas de la cama, abrí la puerta y camine escaleras abajo, escuché voces y risas, mi cuerpo se sentía cansado.
—Mmmh...
Escuché un pequeño gemido, después de eso sonaron más risas.
—Cielos ralf, deja de gemir cada que comas helado.. —rie.
—Calla te Jean, no ves que lo interrumpes. —Hablo un chica.
¿Ralf? ¿Jean? Entonces la voz debe de ser de ¡Darían! Di la vuelta para dejarme ver a los demás, pero estaban tan concentrados en su plática que no me notaron, también ví a Libardo, Naim y orson.
Sonreí y corrí a darían.
—¡Darían! —grito la chica emocionada.
—Valla, al fin despiertas dormilona. —hablo el peli-negro.
Darían no decía nada, solo me abrazaba y lloraba.
—no.. no vuelvas a hacer eso ¿entendiste? Me tenías muy preocupada —regaño— no sabía nada de ti.
—Ya tranquila, ya estoy aquí.
Voltee a dónde ralf, se que debe de estar molesto.
—Ralf... —Lo llamo.
—¿Si? —dijo levantando la mirada de su helado.
—Yo.. —La interrupieron.
—No digas nada —Ralf se dirigió a abrazarla, ella refugio su cara en el cuello del chico. El mismo chico que en su boca siempre estaba esa sensación pegajosa gracias al helado.
—Te extrañe tanto, te necesite tanto —hablo ella, de sus ojos salían lágrimas, ella se aferro a el.
—Tranquila... Ya estás aquí
Después de eso solo se escuchó un disparo, me separe del abrazo de ralf.
Ralf cayo al piso, de su pecho salía sangre, yo me quedé ahí parada sin poder hacer nada los chicos se alarmaron y fueron a dónde ralf, levanté mi vista y me encontré con mi padre, escuche otro disparo y.. sentí como una bala atravesaba mi pecho, mi respiración, mi pulso, ya no lo sentí más.»
Me desperté de golpe, me senté en la cama, estaba sudando mi respiración estába agitada.
—oh que bien ya despertaste, me estaba preocupando, toma un poco de agua y te traje sopa. —se levantó del sofá gris en dónde se encontraba leyendo una revista.
Fue solo un sueño...
—Yo.. ¿Que pasó? —dijo confundida.
Me dolía la cabeza.
—Me tope contigo y te veías muy cansada, terminaste desmayando te y te traje a mi departamento, te prepararé un té de manzanilla, a y apropocito. Mi nombre es Mariana —Hablo sonriendo y amable.
—Ah.. gracias, mi nombre es Sarah —Saludo.
—Bueno, come, yo iré a preparar tu té. —Dijo y salió del cuarto.
Me recosté en la cama de nuevo, ¡Demonios! Mi cuerpo dolía.
No podía buscar a Darían, ni a ralf ahora, digo, sería muy obvio que yo iría primero con ellos, así que por el momento sería muy riesguiozo, tanto para mí como para ellos.
Solo pido ser feliz.
*DOS AÑOS DESPUÉS*
Continúe mis estudios por línea, no salía a menos que fuera muy necesario, me quedé a vivir con Marian, no había tenido otro teléfono desde que mi padre quebró el que tenía.
Marian y yo nos hicimos muy cercanas.
Seguía extrañando a Darían, a Ralf, Naim, Jean, Libi y orson, aún que nunca me lleve muy bien con el. Lo concidero un amigo.
Me había graduado, claro que no Había seguido mis estudios en la universidad en la que estába ahí me di de baja.
*TRES AÑOS DESPUÉS*
-Viernes
15:30 horas:Sabía en dónde estaba ralf, ya habían pasado cinco años, supongo que ya no hay tanto riesgo de que los valla a ver, pero debía tener mucho cuidado, tenían puesto un tapabocas de tela negro, unos lentes de sol, una sudadera blanca y un pantalón de mezclilla azul marino que estaba rasgado, junto con mis tenis blancos, mi pelo estaba agarrado en una coleta de caballo, me dirigí al edificio donde se que vive ralf, y lo espere en la azotea, me quite el cubre bocas para sentir el aire fresco pegar en mi rostro.
Sabía que iba a venir, tal parece que Marian es la prima de Darían, así que se comunicó con ella... Darían me grito, suena chistoso ¿No? Le expliqué todo, eso paso hace una semana, le dijimos a darían que no dijera nada a nadie. Ella nos dijo que aria subir a ralf a las 16 horas y son las 15:58 así que no tardan tanto.
Escuché risas y voces, reconocí algunas, me di la vuelta y ahí lo ví, seguía igual de lindo, mi corazón se acelero y mi nerviosismo aumento.
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Aquí está la segunda parte, espero que les guste y pues ya casi termina la historia :'3
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ice cream and chocolate {Ralf}
Fanfiction-Siempre tan sola, la mas lista de la clase pero la mas callada.