Una taza de té

05

Estaba exhausta, le dolía el lugar donde había sido mordida. Los salvajes acompañantes que tenía en ese horroroso lugar le habían dejado marcas violáceas, ya sea en el fuerte agarre de sus dedos, los colmillos o los chupetones que tenía en el cuello.

Empezaría a confeccionar su ropa ella sola y por cuenta propia, no permitiría que el morboso plan de su odioso padre se llevase a cabo.

Preparó la bañera, con esencia de rosas y arándanos y espuma. Iba a darse un muy largo baño.

O eso creyó, pues cuando se disponía abrir la regadera se dio cuenta que alguien la observaba.

—Si que eres lasciva hermanita. —Un sonriente Shu miraba con deseo el bello cuerpo de la vampiresa.

—Jodete, vago de mierda.

Siguió su baño, se desnjdo y entró en la bañera, trató de relajarse ignorando olímpicamente al depredador que era su hermano.

Afortunadamente no sucedió nada, cuando salió de la bañera Shu se marchó y prosiguió con vestirse. Esta vez se puso un vestido con aberturas discretas en las piernas,intentsria no levantar las piernas o lanzar la rodilla lo suficientemente alto o iba a estar en problemas.

—Señorita Sakamaki.

—Mukami... ¿Qué desea?. —Recelosa, y discretamente furiosa, vio al frente tratando de parecer valiente a pesar de sentirse algo mareada y débil.

—Quería disculparme con mi comportamiento tan erróneo y obseno que tuve con usted el día de ayer. No fue lo correcto, usted es una dama y si deseo algo con usted, primero debo cortejarla.

—¿A qué quiere llegar?

—Deseo invitarla a la biblioteca.

...

No hallaba que responder,  si lo rechazaba daría la impresión de ser alguien muy descortés y si aceptaba, estaría dando concentimiento de ser cortejada.

Terminó aceptando.

Cuando la hora llegó, se encontró con Ruki. Los dos, con sus libros elegantes, ella con su porte orgulloso, él con la mirada fija en la de la azabache.

Tal vez ese fue el inicio de una historia a la que Reiji no estuvo lista para enfrentar, una historia que le provocó tanto sufrimiento como la más sincera felicidad...

—¿Desea una taza de té?

Su infierno, apenas estaba por comenzar.

Continuará...