𝐔𝐍𝐈𝐎𝐍 ━━ DICK G.

00| Prologue

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"Muchos dicen que la vida no es un juego, yo lo tomo como tal"

"Dick Grayson es una cosa, y Robin es otra"

"No quisieras conocer a Robin"

"Maldito el día en el que me devolví para votar ese helado"

23:23PM
02/05/2008

Mi mamá solía salir tarde del trabajo. A veces la acompañaba.

No diré en qué trabaja, eso no es importante.

Tengo diez años.

Ambas caminábamos por las calles casi oscuras de Gotham, faltaba menos de una hora para que dieran las doce de la madrugada.

Mi mamá me había comprado un helado, se me hizo extraño que hubiera una heladería abierta, pero no le di importancia.

Ella me sostenía de la mano mientras que yo con la otra sostenía mi helado.

Estábamos muy lejos de casa. Mi mamá no consiguió mucho dinero, así que decidimos ir caminando para no gastar el poco dinero en pasaje.

Terminé mi helado y solté la mano de mi madre.

—¿Qué pasa, cariño? —me preguntó confundida viendo como me solté.

—Iré a dejar la envoltura del helado a ese estante de allí, madre. —señalé un estante de basura que estaba a unos veinticinco metros de nosotras, cerca de un callejón. Mi madre miró el estante insegura.

—Está bien... Cuando dejes la envoltura vienes rápido ¿está claro? —preguntó, pude ver un poco de miedo en sus ojos, sinceramente no sé porqué.

—Claro... —respondí extrañada y caminé hacia el estante. Cuando estaba a punto de dejar la envoltura, sentí como alguien pasaba sus manos por mi boca haciendo presión.

Mi mamá volvió a mirar hacia mi dirección y vio lo que me estaba sucediendo. Ella trató de correr hacia mí pero aparecieron más personas y le apuntaron con armas.

Traté de gritar pero me era imposible.

Es Gotham, igual nadie nos ayudaría.

Luego recordé algo; tenía los pies libres.

En mi escuela, el maestro de educación física nos había dado una clase especial hace una semana.

Así que pisé lo más fuerte que pude el pie de la persona que me tenía acorralada.

Corrí hacia mi madre y escuché el sonido de una bala.

Me habían disparado, pero, ¿dónde?

Recorrí mi mirada pero no vi nada, volví a mirar hacia mi madre y ella estaba más asustada que sorprendida.

De ahí, no sé más.

Después desperté en una habitación oscura, traté de moverme pero me era imposible.

Estaba encadenada en los pies y en las manos, con la poca luz de la luna que entraba por la pequeña ventana de la habitación miré a mi mamá, estaba igual que yo.

—Mamá... —susurré tratando de despertarla—. Mamá... Mamá, despierta. —todo lo que hice fue en vano.

De pronto se abrió la puerta de golpe, tres hombres entraron a la habitación.

—Hoy nos vamos a divertir mucho ¿verdad?

—¿¡Quiénes son ustedes!? ¿¡Qué le hicieron a mi madre!?