Todo comienza como una obsesión para ella, nadie sabe que camino tomará esta historia, pero que pueden esperar de una chica que solo piensa en sexo cuando lo ve!
El se dio cuenta de esto, así que en vez de mantenerse alejado de mí, dio un movimiento rápido, y me tomo por los brazos, sosteniéndome, me acerco más a él para mejorar su agarre, y volvió a respirar mi perfume, me seguía sintiendo incomoda, pero mis piernas dejaron de temblar, ya que no estaban cargando mi peso por completo.
- ¿Te sientes bien hermosa? -
No podía pensar, estaba muy nerviosa, el movimiento de elevador era muy brusco y me abrumaba bastante.
- ¿Estas bien?-
Solo asentí con la cabeza, mis manos sudaban, esto era normal, siempre me pasa en los ascensores, pero no recuerdo que la sensación fuera tan intensa
- Estas temblando. -
No lo había notado, mire mi cuerpo y en ese instante me di cuenta de la posición en la que estábamos, ya me tenía por completo sujetada, su brazo izquierdo alrededor mio y el derecho colocado sobre la pared, a la cual yo también me encontraba aprisionada, todo su cuerpo estaba pegado al mío, mis senos estaban apretados en su pecho, el podía verlos perfectamente, tomarlos y morderlos si hubiese querido, y yo no creo haberlo detenido, note que seguía degustando mi perfume y por un instante yo percibí el suyo, era muy masculino y satisfactorio, sin notarlo mi corazón se agito, al estar tan cerca de él y empece a sentir mucho calor, me subía desde los pies a la cabeza, sentí una palpitación en mi vientre, era su pene, que para ese momento ya pedía liberarse de sus pantalones, el notó mi reacción a esto y sonrió de nuevo, esa sonrisa cínica y llena de confianza, no me gusta, creo que ya la detesto, no hay mejor cosa para bajarme el lívido, podría haberlo besado, tocado y dejar que pasara algo más, pero tenía que parecer confiado, se oyó un timbrazo, habíamos llegado al piso, al fin.
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Tome fuerza como pude, me sostuve de la pared y de inmediato las puertas se abrieron, con mis manos le di un leve empujón para abrirme paso y salir del ascensor, necesitaba hacerlo,me sentía un poco desesperada, el me miro decepcionado, carraspeo la garganta, se acomodo el traje y salio detrás de mí, no lo niego seguía un poco abrumada, y mis piernas al caminar comenzaron de nuevo a temblar, me costaba un poco parecer que estaba bien, pero de igual manera salí de ahí.
Me encontré en un pasillo enorme con una sola puerta en medio del piso, todo era blanco y hermoso, perfectamente limpio, nada que ver con los demás departamentos que había visto, pensé que había sido un suerte encontrarlo.
- ¿Se encuentra mejor? - Srita.(tu nombre)
¿Qué pasó con el hermosa? - pensé, - Mejor así, no quiero que piense que puede venir a tomarme cuando quiera.
- Si, mucho mejor, no me gustan los ascensores - hice una pausa, - Muchas gracias, por lo de antes, pero le voy a suplicar, que... - noto que yo no lo había tomado muy bien y casi enseguida me interrumpió.
- Fue un placer - dijo mientras sonreía y con un movimiento se acomodo la entrepierna, no fue nada discreto, tanto que no pude evitar percatarme de el bulto enorme en sus pantalones y que a su vez el se diera cuenta que lo vi, me sonroje un poco y observe que su sonrisa aumentaba por que estaba claro que el lo había hecho intencionalmente y yo como una tonta caí, ahora va a pensar que me agrada, y que podrá hacerlo cuando guste.
