Biersack!

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Como era posible?, como es que había podido desaparecer así, salí a la terraza y pude ver unas escaleras de emergencia, - Ahora lo entiendo - me asome y no logre ver nada, tal vez tuvo que irse, en verdad quiero terminar lo que iniciamos, quiero verlo, quiero volverlo a besar, quiero sentir sus manos sobre mí, se que no lo conozco, hasta hace poco ni su nombre sabía, pero necesito estar con él, sentí como mi vulva empezó a palpitar de nuevo, al recordar sus besos y caricias, - ¿Qué me pasa?, ¿Por que tan rápido tome la decisión de estar con él?, ¿Por que, si no soy una chica "fácil"?, nunca me ha pasado esto, no puede volver a pasar, no debería verlo de nuevo, no creo que pueda resistirme, pero quiero verlo, en verdad necesito sentirlo, quiero ver su rostro lleno de placer por mí, quiero que me bese, ¡Maldita sea! esta no soy yo, debo dejar de pensar en estar con él, por ahora tengo cosas más importantes que atender, debo resolver lo del asunto de la compra, concentrate tu nombre, deja de pensar en sexo con ese chico desconocido.

Corri a la habitación me serví una copa de vino y me la bebí de golpe, al grado que derrame un poco sobre la bata, me serví otra copa y de igual manera la bebí, tenía demasiada sed y calor.

De nuevo sonó el timbre, me dirigí a la puerta con un poco de dificultad pues el vino me hizo efecto algo rápido, no estaba ebria, solo un poco mareada, y abrí, ahora si era Heidy, traía mi ropa perfectamente doblada.

-Aquí está su ropa Srita. Tú nombre. -

- ¿En que habíamos quedado? -

- Es verdad, disculpa tu nombre, debo irme. -

- Muchísimas gracias, Heidy nos vemos luego. -

Cerré la puerta y de inmediato comencé a vestirme, el vino me había relajado bastante, pero debía apurarme pues aún me quedaban cosas por hacer durante el día, así que me termine los frutos y el queso, tomé mis botines que aún estaban empapados por que no se los dí a Heidy y decidí no ponérmelos por obvias razones, los lleve en mi mano, baje a prisa por las escaleras, y al llegar a piso de la recepción, atravesé el pasillo, noté que tengo que pasar enfrente de la puerta de la oficina del Sr. Walsh, la cual estaba vacía, más al ir avanzando para salir del edificio, escuche algo como una discusión, me acerque más y noté que era Andrew, me emocioné y por un momento de nuevo olvide todos los asuntos por resolver.

Avance más rápido, para salir y poder ver lo que pasaba, también olvide que estaba descalza, y alcance a escuchar un poco de la discusión, el Sr. Walsh le gritaba por estar rodando por ahí y causar problemas, los de seguridad lo sostenían, ambos gritaban y el chico forcejeaba con los dos enormes tipos que lo detenían, en seguida me miró, y me dijo un poco alterado.

- ¿Puedes ayudarme por favor?, ¿podemos hablar? - dijo mientras se soltaba de los dos tipos.

Lo mire y recordé lo que había pasado en la habitación momentos antes.

- Por favor preciosa - dijo y me suplicó con los ojos, haciendo un puchero, después me sonrió, - ¡Dios, es tan sexy!

- Claro, ¿por que no?, dije con un tono harto, pero en realidad por dentro brincaba de gusto, ya que hace unos momentos no hablamos nada, solo actuábamos.

- Bien chicos, ya pueden irse, ella accedió, ya no tienen por que detenerme. - dijo un poco burlón, a pesar de la molestia del Sr. Walsh, - Además no soy tan malo - me volvió a mirar y de nuevo me guiñó el ojo, sin que pudieran notarlo ya que los cuatro me miraban extrañados pues se percataron de mi descalza situación.

Salvaje!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora