Colmillos De Plata

9. Moribundo

¿Por qué?—

Yugyeom se recargo en un árbol mientras intentaba no moverse tanto para no volver a desatar el desangrado. Se sentía mareado y cansado, solo quería cerrar los ojos, pero sabía que si hacía eso jamás los abriría.

Lo lamento— Jungkook miró con tristeza el estado de su amigo— por decir la verdad...—

Yugyeom ni siquiera podía escucharlo con atención sin embargo podía ver sus ojos y con eso era suficiente. Tenía demasiadas preguntas, pero él aire no le alcanzaba y el oxígeno estaba faltando por lo que ya ni siquiera sabía si lo que estaba viendo era real o sólo una causa más que lo llevaría a su muerte.

Lo siento, pero debo irme— dijo mirando como Yugyeom intentaba mantener sus ojos abiertos— no se como estará Jimin... Tengo que ir, esta demasiado enfermo y... Y tengo miedo de que pueda desaparecer, no quiero que desaparezca y luego... Me vieron dándole de mi energía— comenzó a llorar mojando las manos de Yugyeom.

Al ver cómo lloraba Yugyeom alzó su mano intentando llegar al rostro de este, pero sus fuerzas no daban para eso, su brazo no tenía la suficiente fuerza para eso.

Estoy bien— Jungkook tomó su mano para que dejara de hacer esfuerzos— espero que... — no pudo terminar la frase, no quería hacerlo, decidió que lo mejor era abandonar a su amigo ahí. Se veía cruel dejarlo ahí, pero estaba seguro de que lo encontrarían.

Corrió lejos intentando llegar al cementerio, sin embargo cuando al fin estuvo frente a las tumbas no encontró ni un solo fantasma, ni siquiera los cuervos estaban ahí. Todo había sido un esfuerzo inútil, sabía que Jimin había ido a dar apoyo a las demás criaturas que luchaban.

Ese debe ser...— Mark llegó volando hasta el cuerpo recargado en el tronco de un viejo árbol— ¡Yugyeom! ¡Estas vivo!— abrazo al chico quien apenas y se podía mantener.

Si hubieran tardado más probablemente ya estaría muerto.

Jaebeom por favor— Jinyoung lo apresuró y este se transformó en un gran lobo, eran pocas las veces que podía hacerlo, por suerte tenía la fuerza suficiente para hacerlo.

Jinyoung acomodo a Yugyeom en el lomo de Jaebeom.

Volveré por los demás— dijo Jinyoung con una sonrisa de alivio ahora que estaba seguro de que Yugyeom estaba bien— se transformó en un murciélago y comenzó a volar de regreso.

Jaebeom y Mark llevaron a Yugyeom hasta el hogar del primero, ahí lo recostaron.

No hables— Mark lo regaño cuando Yugyeom intentaba abrir la boca y decirles lo que estaba pasando por su cabeza— necesito que te quedes a mi lado— tomó sus manos con fuerza.

Ninguno de los dos sabía como ayudar al menor, Jaebeom sabía tratar heridas, pero ninguna hecha a base de hechizos, igual paro la sangre, pero no podía cerrar la herida.

Necesitamos a un hechicero con experiencia— dijo Jaebeom al fin, aceptando que no lograría ayudar al menor.

Mierda— Mark no quería alejarse de Yugyeom, no podía hacerlo, ya no quería dejarlo sufrir solo— ¿Y si le doy de mi sangre?— pensó con seriedad la posibilidad de hacerlo, así lo convertiría en un vampiro de menor rango.

Ni se te ocurra— amenazó Jaebeom.

¡Mark!— Yugyeom al fin encontró de su voz y grito desgarradose la garganta, al fin obtuvo la atención que quería, suspiro con fuerza antes de alzar su mano.

Podía curarse así mismo, pero no tenía la fuerza suficiente.

Te dije que no hablaras— Mark se mostró un poco molesto por la desobediencia del menor.