16

305 55 0
                                    

Cuando llego por Soobin, ya no está la berrera de periodistas que lo molestaban al salir, ni los maestros que tenían que cuidar de él para que no le hicieran daño. Soobin sale a toda prisa y no puedo evitar darme cuenta de que su amigo no viene con él. Al entrar al auto, se sienta sin mirarme y talla sus ojitos aún con la cabeza gacha. Puedo ver que su cuerpo deja a la vista uno que otro espasmo y luego escucho su llanto quedó frente a mí. No soy adivino, pero puedo decir que esto tiene que ver con que se peleó con Kai.

-¿Por qué lloras, pequeño?, ¿y Kai?

-Ese niño ya no es mi amigo, hyung.

Dice sin levantar la mirada de sus dedos. Su voz se escucha rota y por culpa de las lágrimas su nariz su tapa. Lo que lo hace sonar más extraño.

-¿Quieres contarme que paso? - Soobin asiente y yo decido que alejarse de aquí es lo mejor.

Lo llevo a un pequeño jardín donde podrá decirme todo y lo siento en la banqueta junto a mí sin alejarnos del auto. Soobin no ha dejado de llorar ni un solo minuto desde que se subió al auto y me preocupa que sea así porque entonces eso quiere decir que fue algo malo lo que pasó con su mejor amigo.

No me gustaría pensar mal de nadie porque son dos pequeños que apenas comienzan a vivir y que tienen mucho por descubrir.

-Kai dijo que me ama...

¡Ay no puede ser!

¿Qué tan malo tiene que ser eso como para que Soobin este llorando un mar de lágrimas? ¿Es que acaso no le ha quedado claro que el amor es amor y ya? A pesar de que quiero jalarme el cabello hasta arrancármelo, simplemente sonrió. Soobin es pequeño y cualquier cosa lo vuelve susceptible. Es como una bolita de nervios con piernas. Pero tierna.

-Y luego me dio un besito aquí. - señala sus propios labios mientras nuevas lágrimas resbalan por sus blancas y grandes mejillas. - Kai dijo que sí yo no lo quiero, él no va a obligarme a quererlo, pero yo también lo quiero.

¡¿Entonces porque está llorando?! ¡Ahg!

Respiró intentando comprender que está pasando como para que lloré de esa forma. Para que me mire como perrito regañado como si yo fuese a decirle algo malo. Me mira en espera de un regaño, pero jamás podría hacer eso. Soobin es mi bebé y no considero que un regaño o un castigo sean medios para educar a un niño.
El recuerdo de hace unos días llega a mi memoria haciendo que sacuda la cabeza en negación. Lo vuelvo a mirar y está vez lo despeino sonriendo.

-Eso no es malo, Soobin. No tiene nada de malo que te guste Kai, ni que él te amé a ti...

-Pero la maestra dijo que eso era asqueroso...

Y el silencio inunda nuestra pequeño espacio haciéndolo pesado e irritante. Quiero calmarme tanto como sea posible para no decir groserías frente a mí hermano porque las va andar diciendo por la casa. Intento respirar lo más que puedo mientras tallo el puente de mi nariz. Es increíble que todavía existan ese tipo de personas tan cerradas de mente como para decirle a un niño que el amor entre hombres o mujeres es asquerosa. Ella tiene la mente asqueada de tanta estupidez que mira.

Y sin embargo se atreve a dar a clases en la escuela que apoya la diversidad. Resulta gracioso. Y más porque en cuanto le diga a JaeBeom todo su trabajo se irá a la mierda en un parpadeo.

-Tu maestra está mal, ¿Recuerdas lo que dijo mamá cuando le dije que me JinYoung hyung? Ella dijo que no importa con quien, lo que importa es que seas feliz. No tiene que importarte lo que los demás digan, sí a ti te gusta Kai está bien. Si a ti te gusta Irene también está bien, ¿Okay?, no dejes que nadie te diga lo contrario. Ni siquiera papá.

Soobin asiente limpiando los ojitos y yo lo atraigo a mis brazos para darle mimos como siempre que llorar. Ya había pasado un tiempo desde la última vez que lo vi llorar e esta forma y resultó ser por culpa de una travesura que le hizo a Nora, la gata loca de JaeBeom.

-¿Por qué saliste solo hoy? ¿Dónde se quedó Kai?

-Kai dijo que no quiere que yo tengas problemas y me dejo salir sólo. YoungJae hyung, Kai esta sólito en la escuela porque sus papás no pueden ir por hasta muy tarde.

-¿Quieres que vayamos por él y lo llevemos a comer nieve?

-¿Podemos, hyung? No quiero que papá te regañe otra vez.

Un puchero de forma en sus labios y yo le tocó la nariz. Se ve tierno y a la vez raro por culpa de sus ojitos hinchados y rojos, pero no le quita no bonito que puede llegar a ser con una sonrisa. Lo levanto en mis brazos y volvemos al auto para ir por Kai a la escuela, el cual está sentado fuera junto al director de la Primaria. Nosotros llamamos a sus padres para avisar que iremos por nieve y queremos que Kai vaya. La respuesta ni siquiera es meditada, sale en un sí enseguida y me sorprende mucho en realidad.

-Buenas tardes, Director Park, nosotros nos llevaremos a Kai hoy. Sus papás dejaron que yo viniera por él. Puede llamar si gusta.

-Claro, solo déjame comprobar y listo.

Mi hermano mira a Kai y luego corre a abrazarlo con fuerza. A pesar de que Soobin es más alto que él, el castaño lo abraza con fuerza. Mientras le acaricia el cabello y le pide que no llore. Son dos niños, pero saben tanto como yo o incluso más. Y me gusta verlos juntos. Me gusta verlos discutir por el sabor del helado. Me gusta como pelean al hacer la tarea y como Kai termina por darle la razón a Soobin aun cuando sabe que está mal. Me gusta verlo juntos porque son tiernos. A pesar de sus pelas extremas en que los dos terminan llorando, luego vuelven y se piden disculpas.
Es increíble que sean así y no se hayan matado ya.

-Está bien, joven Choi. Los padres de Kai dijeron que pueden llevártelo. - el director Park me sonríe y luego lo mira. - recuerda lo que te dije, Kai. No importa con quién, lo importante es que seas feliz.

Y no puedo evitar pensar que quizás no será necesario que JaeBeom intervenga en esta ocasión.

¡Esta mal!, pero tócame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora