Beginning

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Para YoungJae nunca significaba problema tener que lidiar con las personas que se amontonaban a su alrededor pidiendo fotos y autógrafos como en ese momento.
Estaba tan acostumbrado aquello que la sentía como parte de su vida.

Tenía 12 años y la escuela no tenía más medios para cuidarlo que sus maestros. Ellos se volvían la barrera humana más importante para cuidarlo. Tenía una increíble vida pasada en lujos que su madre le daba. Salvo la escuela. YoungJae amaba la escuela pública casi tanto como su desayuno favorito en las mañanas. Tenía amigos que lo cuidaban, le ayudaban e incluso eran sus más confiados hermanos.

Los consideraba así debido a que era único hijo, su padre había desaparecido en cuanto su madre dio a luz, dejándola sola con un pequeño. YoungJae no le guardaba rencor a ese señor que le dio vida, de hecho no tenía como hacerlo. Jamás supo quién fue. Su madre le decía solo lo estrictamente necesario. No más.

Ese día, al salir de la escuela, su chófer le dijo que en casa le agradaba una sorpresa, quizás esa nueva ropa que le había pedido a su madre por fin había llegado o era el juego que más quería, ¡¿y sí era el perrito que tanto le gustaba?!

Había tantas cosas que pensaba, le podían esperar en casa, jamás imaginó lo que venía.
Al bajar del auto, corrió hacía la puerta, dejando sus zapatos en el suelo junto a su mochila. Abrió la puerta corrediza que dividía la sala del recibidor y no entendió nada.

Frente a él, había un hombre sonriéndole, parecía de unos treinta y tantos, tenía el cabello negro y su cuerpo estaba infundado en un traje ajustado azul marino. En una de sus manos un reloj dorado y el otra una pulsera. A simple vista parecía cualquier persona, más YoungJae lo conocía.

Era Lim JaeBeom, el más importante y famoso director y actor de toda la industria del entretenimiento.

Lo odiaba con todo su ser.
Era sencillo para cualquier tonto querer salir con su madre e intentar ganarse al nene, él en cambio hacía todo lo posible para que YoungJae no estuviera cerca de él. Le mandaba y decía que cosas hacer cuando su madre se distraía. Jamás lo dejaba jugar con las cámaras cuando su madre estaba en sesión o quisiera tocar a su horrendo gato.
JaeBeom tenía la costumbre de decirle que hacer en todo momento y para él, un niño de 12 años que lo único que quería era jugar, era insoportable.

-¿Qué hace usted aquí?, ¿mi mamá lo dejó entrar?

La vocecita de YoungJae se escuchó en el lugar, haciendo que el mayor se acercara a él para mirarlo. Jae jamás dejaba de las conquistas de su madre lo tocarán, mucho menos uno que parecía, sólo quería el dinero de su mamá.

Dio un paso atrás, alejándose del mayor y mirando a todos lados.

-Te tenemos una muy bonita sorpresa, YoungJae, pero estoy esperando a que tu mamá baje para decírtela.

-¿Sorpresa?, ¡¿va a vivir con nosotros acaso?! ¡¿Es que usted no tiene casa?!

Las preguntas y quejas del menor solo hacían reír al mayor. Y desafortunadamente para YoungJae, la respuesta estaba bajando las escaleras con un vestido ajustado tinto.

Su madre.

-¡Mi niño, has llegado!, ¿cómo te fue en la escuela?, ¿sacaste muchas buenas notas?
La mujer camino a esta el, sentándose en el gran sofá e invitándolo a estar a su lado. YoungJae no se negó y dejó que su madre lo abrazara sin quejarse en lo absoluto.

Su mirada molesta se mantenía en el mayor que ahora se tocaba el labio con sus dedos. YoungJae odiaba esa acción.

-Si mamá, puras buenas notas como siempre, pero me gustaría saber algo primero si no te molesta. - La mujer sonrió. - ¿qué hace ese señor aquí?, no sabía que tenías clases de actuación con él.

-YoungJae, te tengo una sorpresa muy linda, mi vida.

La mujer se levantó y camino hacía el mayor, el cual se levantó de igual forma. YoungJae no estaba entendiendo nada en lo absoluto y quería respuestas inmediatas.

-¿Qué sucede, mamá?

-Bueno, ya que ha pasado un tiempo desde que naciste, yo he decidido que quería una nueva pareja. JaeBeom es un buen hombre, sé que con él tiempo podrán llevarse bien, te cuidará mucho y tal vez si no te molesta mucho, podrías enseñarle como funciona...

-¡¿Qué?!

El grito del menor hizo que la mujer callara en el instante, su hijo la miraba con lágrimas en los ojos mientras se levantaba. YoungJae no quería un nuevo papá, es más no quería nada nuevo salvo su ropa y los juegos. JaeBeom no podía estar con su madre.

-YoungJae, tu mamá vamos a casarnos en un mes.

-¡Usted no me hable!, ¡siempre ha intentado de todo para quitarme a mi mamá!, ¡¿es que acaso no tiene una ya?! ¡No lo quiero en mi casa!, ¡váyase y deje a mi mamá en paz!

-YoungJae no puedo dejar a tu mamá e irme...

El menor sentía mucho odio en ese momento hacía el señor que intentaba tocarlo con la intensión de calmarlo, pero sin siquiera lograrlo. YoungJae no quería a JaeBeom en su casa. Jamás lo quiso y jamás lo querría. Le daba miedo y por extraño que pareciera, no encontraba razón.

-YoungJae, cielo, cálmate por favor. No llores.

-Yo sé que no te caigo bien, pero debería reconsiderar ese pequeño hecho ahora.

-¡¿Por qué?! ¡Porque eres mayor que yo y te debo respetar!, ¡Tú me estas quitando a mi mamá!

-Lo digo porque gracias a mí, tendrás un hermanito...

Y que peor cosa que esa para rematar el profundo odio que YoungJae le tenía a JaeBeom. Provocando que sus intenciones por correrlo de casa fueran en aumento cada día. YoungJae no quería un hermano.

YoungJae no quería nada que viniera de Lim JaeBeom.















¦~🍁~¦

Como un niño que probó la dulzura por primera vez no puedo dejar de escuchar aquella canción, mientras toda la noche te sueño y te dibujo. Solo estamos nosotros dos. Abre tu ventana.

-Love you better-
Got7

¡Esta mal!, pero tócame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora