Elope

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SnK es propiedad de Hajime Isayama

Rating: M

Pairing: ErenxMikasa

Desclaimer: violencia infantil leve, sangre, palabras soeces.

El extranjero, Eren Jaeger se encuentra con una de las princesas de Hizuru, la cautivadora Mikasa Ackerman.


Los cascos del caballo golpetearon contra la tierra y piedra mojada con fuerza. El impoluto corcel negro avanzó con rapidez al sentir un golpeteó incesante en su costado. Los árboles se hicieron pequeños rápidamente dejando entrever en el cercano horizonte la costosa mansión Azumabito en donde se colaban ríos de agua que caía del nublado cielo en sus jardines e inmenso patio.

Eren ordenó a su pelotón segregarse de lado derecho e izquierdo y él iría al frente, justo en la entrada. Comenzó a escuchar como los gritos de los guardas asesinados por sus hombres se colaban a través del repiqueteo de la lluvia. Al llegar frente a la mansión hecha de esas débiles puertas corredizas, bajó de su corcel y caminó envalentonado para entrar en el lugar. Al principio encontró un salón desolado y en la siguiente habitación comenzó a notar movimientos apresurados; utensilios tirados en el suelo, mantas ubicadas en lugares donde no debieran ir, pisadas que parecían entrar del patio central. Gritó de ira cuando en una de las habitaciones encontró el futon ensangrentado y recipientes llenos de agua y sangre, ella había dado a luz y ahora su hijo estaba en peligro de igual manera, si es que no lo habían asesinado por ser un hijo bastardo. En cuclillas notó las pisadas ensangrentadas que salían por una de las puertas anexas de la habitación y otras pisadas que salían por la misma puerta por la que entró.

-¡ARMIN! – El rubio entró instantáneamente y vio con horror la escena. – Ve por esa puerta, regresa cuando esté a salvo.

-¿Qué harás tú?

- Iré por mi hijo. – Armin asintió y corrió junto a dos hombres más tras él.

Eren caminó por la casa. Debía encontrar a Mikasa, a su hijo y huir de ahí hacia la Isla Paradise para vivir finalmente con ella como una familia.

Nunca pensó que iría contra una ciudad que en teoría seria solamente de paso. Él y su pelotón regresaban de pelear y ganar ciudades en el este y pasarían por ciudades orientales para regresar a su hogar en occidente. Hizuru era una ciudad en la que pasarían menos de una semana; sin embargo, una inesperada enfermedad que contrajo Connie, uno de sus más afines hombres, hizo que esperaran a que se recuperara.

Eren en su aburrimiento, salía en las tardes a caminar por los bosques cercanos de la ciudad; y en una de esas tardes en las que salía en busca de algún animal para cazar u observar fue cuando conoció a Mikasa. La vio desde un espacio en donde ella no lo podría ver a él, era una mujer hermosa: su cabello negro y largo llegaba a sus omoplatos, sus ojos almendrados y grises adornados de espesas pestañas, una nariz pequeña y unos labios rosados y muy bien formados que invitaban a besar. Su vestido era mucho menos pesado que las mujeres de la ciudad y si la belleza de su rostro era efímera y celestial, la de su cuerpo era deliciosa y terrenal. Sintió una contracción en su entrepierna al verla levantar ese vestido hasta sus rodillas y sumergirse en un arroyo para tomar agua en dos cubos que llevaba en sus manos. Sus piernas eran blancas y cremosas, sus muslos apenas se lograban observar pero eran voluminosos y seductores. Decidió salir y hablar con ella en caso de que fuera una prostituta y comprar sus servicios con señas, ya que los idiomas eran distintos y solamente Armin lo manejaba en totalidad.

Al acercarse, ella se sorprendió pero al escucharle hablar le sorprendió hablando su idioma. Él se fascinó aún más y ella le aclaró que era afín a los idiomas y su padre era de la Isla de Paradise, al igual que él. Su padre había logrado casarse y actuar como cónsul en Hizuru ya que su madre era de familia lejana de los Azumabito.

Eremika Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora