°Capitulo 7.5°

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-Despierta ya- Fue un brusco despertar, apenas y podía superar la pesadilla de la que había salido y una bella imagen se presento delante suyo, su chico con una mesita de madera que traía consigo dos platos de hotcakes además de dos tazas de café, era el mejor consuelo después de todo.

-Tuve una pesadilla- Menciono elevando su cuerpo para poder sentarse y darle espacio al contrario para que se ubicara al lado suyo.

-El de siempre?- El chico asintió y no encontró mejor manera de sentirse mejor que recostar su cabeza en el hombro del contrario que le regalo un beso en la frente sabiendo que la pesadilla que le aquejaba al otro era bastante molesta.- no pienses en eso..no quiero verte triste.

Sonrió por lo dicho y llevo un pedazo del desayuno-almuerzo a su boca, toda sus acciones eran lentas y pensativas, de verdad estaba agotado de no poder dormir tranquilamente cuando su compañero no estaba con el, era un a extraña maldición que en lugar de traerle bonitos recuerdos solo le traía malos y incomodos.

-Debes irte en la tarde?- Pregunto con un tono triste pues para nada le gustaba estar solo en un lugar en el que nadie le entendía, debía seguir practicando su español y italiano pero en realidad no quería hacerlo.

-Cancele la reunión-Una declaración bastante extraña, el chico de cabellos rubios le miro extrañado pues tenia el vago recuerdo que era el trabajo por lo que siempre se quedaba en su hogar en Japón completamente solo y sonriendo para un video llamada que no podía transmitir su verdadero pesar.- pensabas que te dejaría solo?..no me gusta dejarte solo y se que a ti tampoco te agrada estarlo.

Podía sonar una locura, pero ese chico era un sueño, así lo podía describir, o al menos su sueño, era atento, comprensivo y silencioso, podía ser frio a pesar de ser el vocalista de una banda pero en realidad no había conocido tanta calidez de parte de una persona que una lagrima traicionera amenazaba con caer cuando sus recuerdos le llevaban a las épocas en las que creía que el amor eran tan solo físico y vistoso.

-vas a comerte eso?- Pregunto el chico al notar que el rostro del contrario se enternecía, no era bueno con el sentimentalismo.

-obvio que si, me encanta lo que preparas- Sonrió y empezó a devorar el platillo junto con el café mientras que el contrario prendía el televisor para poder ver las series que les gustaba.

A descripción del cantante el modelo que tenia al lado no era mas que una mascara carísima, la primera vez que le había visto parecía arrogante y una diva completa, sin embargo cuando llego a estar con el a solas no pudo creer que su sonrisa en cuestión de segundos se desvaneció, era difícil de creer pero verle herido solo pudo impulsarlo a rodearlo en sus brazos y consolarlo con sus letras mientras las pesadillas aparecían para despertarlo, había aprendido de pronto que no podía irse ya que el también se había atado sin desenredo.

-Que haremos el resto del día entonces?- Pregunto mientras que la escena de la serie se había ido a un momento incomodo del que quiso huir.

-No lo se, que el tiempo lo diga- 

Después de reír y emocionarse con la serie de la época victoriana que veían, el almuerzo finalizo y el músico se ofreció a tomar los platos sucios y llevarlos al lavadero, después asearía, por el momento estaba mejor volviendo a la cama junto al otro chico que seguía teniendo el cabello revuelto.

-Que paso en mi ausencia?- Volvió a la cama luego de tomar un cepillo de cabello que llevo al rubio a acercarse a el como un gatito para que el contrario cepillara su cabello.

-Porque conformarse con un duque si se puede tener a un príncipe- Era el mejor resumen que pudo dar y lo hizo con una sonrisa, acto que no hizo mas que provocar un avalancha de cosquillas, las risas reinaron un rato en la habitación y finalmente se detuvieron quedando uno enzima de otro, mas en especifico el cantante aprisionando al contrario debajo de el.

-La Vie En Rose- SerokamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora