Prólogo

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Un alma sana, reside en un cuerpo sano, y en una mente sana.

La noche se había apoderado del país de Italia, las luces se apagaban y las personas dormían. La luna, como siempre, sonreía de una manera algo tétrica, pero...

Algo había cambiado en esta, un pequeño añadido resbalaba por sus dientes. Y ese añadido era...

Sangre...

¿Qué significará eso? Muchos se hacían esa pregunta, a otros les daba igual y otros creían que era una simple anomalía. Pero, los técnicos y brujas, sabían lo que significaba.

La Luna sangraba, cuando algo malo estaba por suceder...

Ubicación: Italia  
Hora: 11: 57 PM

La campana había dejado de sonar hace unos minutos. La Iglesia en el centro de la ciudad,   construida con una arquitectura gótica se encontraba en total paz. O eso es lo que la gente creía. Porque dentro de esta, el sonido de artefactos metálicos que chocaban entre sí, quejidos de dolor y cansancio se lograban escuchar y colar por la puerta. Pero por último...

Unos gritos agudos e infernales lograban resonar dentro de la Iglesia...

Una chica de unos quince años, con un cabello recogido en dos coletas y una ropa de colegiala, se encontraba portando una enorme guadaña.

Siendo esta del mango color gris, con lo que parece un ojo en la parte superior del mango, conectado a una hoja que separa sus colores con una especie de zig zag, siendo la parte superior de color negro y la parte inferior color rojo.

La chica fue atacada por una persona de vestimenta color negro, la cuál portaba una espada  del mismo color, con una línea recta a la mitad del filo de color blanco, junto con algunos picos en el mango de su arma.

La persona que portaba la espada, arremetió contra la chica con una serie de estocadas que apuntaban a su cabeza, mientras que la espada generaba un grito agudo. 

Pero en vez de cubrirse con la enorme guadaña que portaba, la chica simplemente esquivaba las estocadas, retrocediendo y moviendo la cabeza para esquivar las estocadas.

--¡Oye! ¡¿Qué estás haciendo, Maka?!-- Preguntó una voz masculina, proveniente de la guadaña. --¡Detén sus ataques y contraataca!-- Volvió a replicar, alarmado y preocupado.

La chica lo ignoró, mientras seguía esquivando los ataques de su oponente. 

--¡Oye, Maka!-- Pero de nuevo, el chico fue ignorado por su compañera.

Pero la mente de la ahora conocida Maka, era diferente. Ella se preocupada por su amigo. Ya que hace unos momentos, cuando se cubrió de un ataque con su guadaña, ese ataque logró herir a su compañero. No quería que él saliera lastimado. 

Sumándole eso a que su enemigo había recibido uno de sus ataques de lleno y no le había causado ni un rasguño. Bueno... Sólo le quedaba una opción a la chica... Huir.

Su oponente paró sus estocadas y dio un tajo en diagonal, con dirección a las piernas de la chica. Maka apenas pudo esquivar el ataque, tropezando torpemente y cayendo hacia atrás. Pero su caída se vio interrumpida al chocar con la enorme puerta de madera de la Iglesia.

--¡La salida!-- Dijo desesperada la chica.

Comenzó a golpear su espalda repetidamente contra la puerta, pero esta, simplemente no se habría.

--¿Qué sucede?-- Preguntó alarmada y confundida, mientras su oponente se acercaba a ella, con su espada alzada hacia arriba.

--No eres tan buena en esto-- Dijo su oponente con un tono tranquilo. Cuando de su espada, una boca con labios color rojo comenzó a gritar. Haciendo que el agudo grito resuene por toda la iglesia.--Necesitas conocer mejor tus alrededores. Esa puerta sólo se abre de afuera hacia adentro ¿Sabías?-- Dijo en el mismo tono calmado y aburrido, mientras se preparaba para dar el golpe final.

La cara de la chica cambió a una que reflejaba total miedo y horror. Mientras que la espada seguía gritando.

--¡Maka! ¡Cúbrete!-- Gritó desesperado su compañero.--¡Pero si me cubro tú saldrás herido!-- Le replicó la chica, desesperada sin saber qué hacer. Mientras a su vez su oponente, con su arma aún gritando, bajó su espada a gran velocidad, en contra de la chica. 

Finalmente, la carne fue atravesada y la sangre comenzó a brotar de la herida. Pero la chica no fue la que resultó lastimada. Su guadaña había desaparecido, mientras que un chico de su misma edad, con el cabello blanco, dientes puntiagudos y una banda gris en su frente, se encontraba frente a ella con los brazos extendidos.

El chico había recibido el ataque de su enemigo, habiendo protegido a su compañera, poco a poco comenzó a caer al suelo. Ante la mirada horrorizada de la chica.

--¡SOUL!-- Fué lo último que escuchó el chico. Mientras poco a poco su conciencia se iba apagando, hasta finalmente...

Morir...







































































¿Y, qué les pareció el cap?

Bueno, he aquí con una nueva historia. Este manga me ha gustado mucho, y al ver que no habían tantas historias de un lector masculino sobre este, decidí crear uno

Lo de la edad de Maka no sé si sea correcto, ya que al inicio del manga tenía 13 años pero luego dicen que tiene 15. Por lo que imaginen que tiene 15 años en este punto. También hay algunas cosas que no tienen explicación, por lo que basándome en la lógica interna de la serie. Llenaré esos huecos.

Por cierto, ustedes podrán tomar decisiones en el futuro. Ya sean importantes o no.

Espero que les haya gustado este prólogo. Si es así, déjenme su estrellita.

Si tienen dudas o comentarios déjenlos aquí. Sin más que decir, los veo en el siguiente cap...

























La Guadaña Demoniaca  [Tú en Soul Eater] [Pausada hasta nuevo aviso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora