Un alma sana, reside en un cuerpo sano, y una mente sana
El avión comenzó a elevarse de la pista del aeropuerto. Mientras que tú observabas por la ventana con asombro, como la ciudad de Death Vegas iba volviéndose más y más pequeña.
¿Que por qué hacías esto? Bueno, tan sólo habías viajado en avión una vez, y ese viaje fue cuando decidiste entrar al Shibusen. Ver el cielo, las ciudades tan pequeñas y las nubes tan cercanas, eran una experiencia totalmente nueva para tí.
--Bien, ahora sólo esperamos y en cinco horas estaremos allá--Dijo tu compañera, la cuál se encontraba sentada en el asiento a tu izquierda.
--Sí... Espera ¿Cinco horas?--Le preguntaste a la chica mientras ahora dirigías tu mirada hacia ella.
--Sí eso dije ¿Por?--Preguntó confundida.
--Maka si el vuelo dura cinco horas entonces llegaremos a Nueva York a las ocho de la noche--Le recalcaste.
--Sí lo sé... ¿Qué, acaso te da miedo hacer tu primera misión en la noche?--Preguntó en un tono burlón. A lo que tú rápidamente te lanzaste a responder.
--¡Claro que no! ¡Pero tampoco me dan muchas ganas de investigar una carnicería que está abandonada, donde han desaparecido personas, y donde seguramente hay un maniaco comiendo almas en plena oscuridad!--Le contestaste cada vez elevando el tono de tu voz con una notable preocupación.
--Ya cálmate, harás que me duela la cabeza... Mira, si llegamos en la noche nos evitaremos que los civiles puedan resultar heridos. Aparte, según el reporte que nos dieron, la mayoría de las desapariciones suceden en la noche y por lo tanto, podremos encontrar al responsable más rápido--Te explicó con cierto fastidio.
--Pero ¿Y si nos secuestran a nosotros? Lo más probable es que tú te salves, pero yo no tengo tanta movilidad y flexibilidad física como tú. Apenas llevo tres semanas en Shibusen--Contestaste aún más preocupado por la aparente falta de seriedad que Maka le daba al asunto.
--Pues transformate en arma. Al fin y al cabo nadie puede tocarte por que los llegas a quemar--Te contestó ahora más molesta por tu paranoia.
--Pero aunque lo haga no es como que pueda durar mucho más de 50 minutos. Y entonces cuando me destransforme... ¡Me devorarán!--.
--¡Pues transforma sólo tus brazos en guadaña! Mira no entiendo por qué te quejas tanto si fuiste ¡TÚ! quien eligió la misión--Cuestionó mientras te señalaba con su mano derecha.
--Bueno... Era la misión más interesante--Contestaste algo avergonzado.
--Ah pues ahí lo tienes. Mira tal vez ni siquiera son almas de Kishin. Sólo sabemos que desaparecen personas y ya. Aparte de que como tu compañera, no dejaré que nada te pase. ¡Así que deja de preocuparte tanto y quédate callado el resto del viaje!--.
La chica se cruzó de brazos y cerró los ojos, terminando con la conversación. A lo que tú, pensando en sus palabras, decidiste calmarte. No había necesidad de ser tan pesimista...
El resto del viaje pasó relativamente rápido, ya que te la pasaste durmiendo o viendo el paisaje por la ventana. Y finalmente, a las 8:10pm llegaron a Nueva York.
--Wow--Fue lo único que pudiste decir al ver la gran ciudad, iluminada con sus grandes edificios en la noche. Aunque rápidamente fuiste sacado de ese ligero transe por Maka, la cuál te había empujado ligeramente la cabeza.
--Hey no te quedes así, tenemos que irnos--.
--¿Eh? Ah sí, perdón--Reaccionaste para comenzar a seguirla.
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La Guadaña Demoniaca [Tú en Soul Eater] [Pausada hasta nuevo aviso]
FanficVivías tranquilamente en la ciudad de Boston, Estados Unidos, junto a tu familia. Cuando un día por diferentes circunstancias, descubriste que tenías genes de un Arma Demoníaca, permitiendote transformarte en un arma. Por lo que, decidido, fuiste a...