"Quémalo todo, que todo arda. Libérate de esa jaula y vuela lejos junto conmigo. Olvida la ley de Dios, olvida lo impuesto, que yo pondré, mi Tiempo en Ti..."
~*⚠️ A D V E R T E N C I A S ⚠️*~
Escrito con contenido +18. Escenas sexuales explícitas y...
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📖☕Nota: La letra de esta canción👆🏻 no está para cantarla, sino para rezar con ella😌👌🏻 ¿Si o no?
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Pesadas y dolientes lágrimas caían de sus ojos. Sabía que le iba a doler, si era verdad, pero eso estaba resultando ser un estúpido eufemismo.
Dolía, quemaba, ardía.
Se sentía tan avergonzado por algo que no era su culpa, más no era clara para él esa cuestión. Se sentía avergonzado también por llorar frente a Jeon. Más no le importaba demasiado.
Su imagen se estaba rompiendo, la imagen que él tenía de su padre también.
¿Porqué parecía tan libre con esa familia y tan esclavizado e infeliz con la suya?
Todo estaba mal. Muy, muy mal.
—Basta, deja de llorar como un crío y actúa como el chico de 22 que eres —Dijo severo Jeon intentado que la imagen rota de ese joven no lo perturbara como comenzaba a hacerlo. Tae destapó sus ojos y sorbió su nariz intentado aminorar las lágrimas que sin aviso seguían cayendo, Jeon suspiró al verlo alzar los hombros y colapsar nuevamente en un llanto que lo doblegó por completo. Kim había entrado ya a aquella casa junto a su esposa e hijo y lo agradecía.
JungKook se acercó y lo abrazó tenuemente mientras sentía como el menor enterraba su rostro en su pecho y amasaba su camisa como comenzaba a ser costumbre. Jeon rodó los ojos, tal vez no comprendiendo el dolor ajeno pero sí, sintiendo un poco de empatía por el más joven, suprimiendo a toda costa el sentimiento de sentir algo por él. Así que enterró sus dedos en la espesa melena rizada y castaña de TaeHyung, tratando de tranquilizarlo.
>>Nada es lo que parece, Tigre, date cuenta que mientras tú vas por la vida juzgando y criticando a como tu lengua larga te da a saber; tal vez estés pasando por algunas situaciones que te dejarán en el suelo y ni siquiera lo sabes — TaeHyung sollozó aún más— Tu jaula de oro está rota. Tu sabes si caer al precipicio o volar...—Dicho eso lo separó de sí y dejándolo atrás, comenzó a andar lejos de él.
Las lágrimas seguían, el dolor le atolondraba el pecho, la mente le yacía nublada.
—E-Espera...—Habló TaeHyung en un susurro que apenas fue perceptible para Jeon, quién ya caminaba unos pasos lejos de él, deteniendo así su andar estrepitosamente.
—Sí...—Dijo solo para hacerle saber que tenía su completa atención, y aunque se hubo girado y percibido la espalda del menor, este suspiró y siguió:
—Llévame contigo, no me dejes solo... P-Por favor —Jeon sonrió apenas, con el ceño fruncido.
—Andando, tigre...—Dijo sin más siguiendo muy por delante de TaeHyung.
