"Quémalo todo, que todo arda. Libérate de esa jaula y vuela lejos junto conmigo. Olvida la ley de Dios, olvida lo impuesto, que yo pondré, mi Tiempo en Ti..."
~*⚠️ A D V E R T E N C I A S ⚠️*~
Escrito con contenido +18. Escenas sexuales explícitas y...
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—¿Qué tanto hacían puercos? —Inquirió Jimin bajo el brazo de Suga en la sala. NamJoon río, Tae que venía de la mano de JungKook por el pasillo, se quedó helado en su lugar.
—¿Qué no habían estado juntos hace un par de horas? —Inquirió esta vez JungKook con el ceño fruncido. Jimin se quedó perplejo y miró a Tae que le hacía muecas de que lo ayudara, y que lo hiciera pronto. Nam y Suga miraban a todos y a nadie.
—A-aah sí, fuimos por allí, ya saben. Pero, como Suga no estaba dispuesto a ir a mi casa hoy, decidí ser un buen novio y venir aquí. Espero no les moleste chicos —Tae quiso respirar aliviado, pero aún no podía, sin embargo, JungKook se lo creyó de una alzando los hombros despreocupado.
—No hay problema, puedes quedarte, ¿Ya cenaste? —Le dijo mientras arrastraba a Tae a la cocina con él, este mismo echándole ojos a su amigo dándole a entender que luego le explicaba si se podía.
—Oh, me he tragado un par de bolsas de papitas, no creo tener el apetito suficiente, ¡Coman ustedes! —JungKook asintió con la menor importancia y TaeHyung suspiró agobiado.
Todo parecía ir bien hasta ese momento, todo, su mente podía estar tranquila aunque sea unos momentos. Y si todo seguía bien nadie sabría nada, nada de nada. Pues ese era el acuerdo después de todo. Quizá no sucediera nada, simplemente un repentino cambio de opinión y todo seguiría andando.
Tomó un vaso con jugo de arándano pues sentía la garganta algo seca y se encaminó a sentarse junto a los muchachos que habían apagado el videojuego, JungKook calentaba su cena en el microondas.
La banalidad de una plática dió lugar, Jimin y él reían por los chistes malos de Nam y Suga mientras JungKook disfrutaba de su cena desde la barra de la cocina, cruzando miradas con su tigre de vez en cuando. Compartiendo la complicidad de su amor, de los besos previos y lo que sucedió en el estudio, cosa que sabían bien no terminaría allí ni para uno ni para el otro.
TaeHyung se perdió en la plática y olvidó que su pelinegro estaba allá al fondo comiendo. Lo sucedido en el estudio y el ambiente tan bueno que estaba resultando esa noche con sus amigos lo hizo olvidarse de sus males y preocupaciones. Más luego de un rato él buscó con la mirada cuando escuchó el móbile del pelinegro sonar y este mismo llevárselo al oído sin mayor contratiempo. Se había erguido entonces de la barra e ido más allá dentro de la cocina pues la música que había encendido Suga y las risas combinadas con la plática, seguro que le impedían oír con claridad del otro lado de la bocina. JungKook se había cambiado, se había puesto unos shorts azules cortos y otra sudadera negra, el pelo le caía sobre la frente y un par de sandalias Fila aislaban sus pies del frío mármol de la cocina.
