Más allá de lo que los ojos ven. (Parte 4)

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Corre a todo lo que dan sus piernas por la vereda, su cabello revoloteaba pero a causa de su movimiento, ya que no había tanto viento ese día.
Su mochila se sacude de arriba a abajo, su falda es soplada hacía atrás por la velocidad, era Joy yendo a la escuela cómo cualquier día.

Sin embargo aquel sería uno importante después de la aventura vivida el anterior, verificaría que realmente todo haya vuelto a la normalidad, necesitaba ver a su amiga Ann sana y salva.

Le sorprende que al llegar al la institución está siga abierta, tampoco se queja.

Estaba tan acostumbrada a llegar por los pelos y siempre tener que rogar al conserje que le dejara pasar, claro que después de un tiempo dejó de ser necesario, pues éste ya conocía su fama de impuntual, ya lo veía cómo una rutina.
Pero cerca del portón tampoco estaba ese señor, extrañada toma su teléfono, pasó por su cabeza la teoría de que ni siquiera había clases.

8:30 am.

-¿Ocho y treinta? ¿Llegué temprano?-Habla incrédula aún observando el aparato, intentando ver si no era que este tuviera mal la hora o algo por el estilo.

Decide caminar una vez entra y guarda su celular inmediatamente, los prefectos solían ponerse algo minuciosos en la hora de entrada, cómo debía ser.
Busca con la mirada a alguien conocido, la gente pasaba despreocupada por un lado suyo.

Detiene el paso al ser tomada del hombro repentinamente, no pudo evitar asustarse aún después de tener una idea de quién era el culpable.

-¡Fred, no hagas eso!-Se queja, dándose la vuelta.

Su expresión cambia a una nerviosa, se había equivocado.

-¿Fred? No, soy Ann.-Corrige inocente, con una sonrisa.-¿Ahora sí dormiste bien? es extraño verte temprano.

Una expresión de felicidad se forma en la ojiazul.

-¿Estás bi...-Es interrumpida al ser rodeada en un abrazo de Joy antes de que pudiera decir algo más.

No duda en corresponder, aún así le había tomado por sorpresa el gesto, ella parecía enserio necesitar aquel abrazo, da palmadas en la espalda de la contraria mientras ésta le apapacha con fuerza.

-¿Joy?... ¿todo bien?-Pregunta preocupada, a pesar de haberla visto feliz y nerviosa hace un momento, le seguía sorprendiendo.

Joy no solía dar afecto de esa forma muy seguido, le costaba hacerlo, por eso es que se muestra confundida.

-Me alegra tanto que estés aquí.-Confiesa Joy sin soltarla aún.

-¿Porque no lo estaría?-Cuestiona sonriendo aún con una pizca de extrañeza en su mirar, igualmente enternecida por las palabras de su amiga.

Un golpe de conciencia llega a Joy.

Será cómo si este día nunca
hubiera pasado.

Recuerda las palabras de Meg, era cierto, Ann no debía tener idea de lo que estaba pasando, no quería verse tan sospechosa, por lo que deshace el abrazo.

-Supongo que... nunca es un mal momento para decírtelo.-Responde dedicándole una sonrisa que dejaba ver su torpeza con las palabras, detalle que a Ann le pareció tierno.

S h a d o w s » FHS AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora