IV.- M y M

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Ambos chicos caminaban de manera tranquila por las calles del pueblo, las pocas personas que se encontraban a esas altas horas de la noche se apartaban al verlos. El león y el lobo habían salido a cazar, pobres de aquellos que interfieran en su camino porque ellos no tenían piedad.

Unos minutos más tarde los chicos se encontraban en medio de un callejón con cuerpos en el suelo, sin vida, los ojos de los chicos brillaban con fuerza y en sus rostros había sonrisas satisfechas, sus ropas estaban manchadas de sangre al igual que sus manos.

- ¿Paso algo? Hoy estás algo diferente, estás perdido en tu cabeza – le dijo el moreno

- La manada de Beacon Hill llego pidiendo nuestra ayuda

- Viste a Scott, nunca le hablaste de lo que sucedió ¿verdad?

- Decirle todo lo que he hecho a Scott me odiaría, él siempre ha odiado la violencia sin sentido

- Esta violencia tiene sentido, ellos son peores que la basura, son la escorio del pueblo

- Lo sé pero siento que si le digo lo perdería, a pesar de todo es uno de mis mejores amigos y no quiero que vea este lado mio

- Eso se solucionara, nuestro secreto algún día saldrá a la luz pero hay algo más que te está molestando

El castaño soltó un pequeño gruñido logrando que el otro lo viera alzando una ceja mientras tomaba algunos de los cuerpos.

- El alfa de la manada es mi compañero, él no se ha dado cuenta pero yo si – dijo frunciendo el ceño mientras tomaba los cuerpos que quedaban

- ¿Quién diría que tendrías un compañero? – se burlo el otro al ver el ceño fruncido de su amigo ¿Por qué estás tan molesto?

- Soy alguien que no debe ser amado y a veces creo que no tengo el derecho amar

- Mereces ser feliz como cualquiera Mica, hemos pasado por tanto que lo menos que merecemos es tener a alguien en nuestras en nuestras vidas que nos haga felices

El castaño suspiro para comenzar a caminar, debían de llevar los cuerpos a un lugar donde nadie lo encontraría y si lo hicieran realmente no les importaría como había dicho el moreno esas personas eran escoria del pueblo, a nadie les importaban, les hacían daño a todos y lo mejor era que estuvieran muertos. Stiles cerró los ojos por un momento recordando un poco de su vida cuando llego al reclusorio y como había cambiado todo.

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- Mieczyslaw Jones estarás tres años dentro del reclusorio – ordenó el juez de manera seria aunque sus ojos mostraban tristezas, no había ni una persona que no conociera al pequeño Mica, el hijo de FP, una de las personas más hermosas de ahí, tan noble y de gran corazón, siempre tratando de ayudar a los demás. Ellos habían tratado de evitarle la sentencia pero había pruebas y Hiram tenía muy buenos contactos además de que había amenazado a todos en el tribunal, cuando el castaño se entero de todo solo sonrió con ternura.

- ¡No pueden hacer esto! – gritó Jughead al ver como dos oficiales tomaban a su hermano

- Jug – le llamó Stiles viendo a su mellizo – Esta bien, tranquilo

Archie gruñía de manera silenciosa, estaba perdiendo el control de su lobo pero debía de tranquilizarse y estar al lado de su novio, se lo había prometido a Mieczyslaw.

Stiles se encontraba sentado, sus manos estaban esposadas y su vista estaba en el camino. Al llegar al reclusorio bajo junto con otros chicos, todos parecían verlo con simpatía, un chico como él no debía de estar ahí como la mayoría pero enojar a Hiram Lodge tenía sus consecuencias.

Unos minutos después se encontraba vestido con un overol gris debajo de este una playera blanca y tenis blancos bastante desgastados, lo empujaron dentro de una celda donde se encontraba un chico moreno haciendo ejercicio que al verlo sus ojos s eliminaron en un color anaranjado con ciertos tonos de rojos.

- No pensé que uno de los alfas Jones terminaría aquí – le dijo el chic mirándolo

- Hiram no es un juego pero debía salvar a un buen amigo

- Bienvenido al infierno entonces...

- Mieczyslaw, puedes decir Mica – se presentó el castaño

- Todos me llaman Maddog pero mi nombre en Monroe

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Unas semanas más tarde el castaño se encontraba sentado en el patio sobre una banca con un cigarro, su ceja estaba partida y tenía un ligero hematoma en la barbilla entre sus labios rodeado de las serpientes del lugar, algunos de sus compañeros además de Maddog y otros chicos que estaban en círculo de los favoritos y dueños del lugar.

- ¡Jones! – le llamo un guardia - ¡Visitas!

Stiles asintió apagando el cigarro para después caminar de manera tranquila hacía la sala donde pudo ver a su padre y hermano detrás del cristal con los teléfonos en sus manos, el castaño sonrió levemente sentándose para tomar aquel teléfono para escuchar a su familia.

- Es bueno verlos – los saludó Stiles con una sonrisa adornando su rostro

- ¿Qué te sucedió? – preguntó Jughead realmente preocupado al ver a su mellizo en ese estado

- Cosas de este lugar, uno tiene que ganar el respeto de los demás

FP suspiró, él sabía lo que era estar un lugar así y debías de hacer cosas para sobrevivir.

- ¿Tienes aliados? – le pregunto el mayor notando el tatuaje que tenía en la parte inferior del brazo, un lobo

- Las serpientes de inmediato estuvieron de mi lado y mi compañero de celda es uno de los grandes aquí así que hemos logrado reunir un grupo más grande y protegernos aunque no hay muchos que quieran pelear, el problema son los guardias y el director

- ¿De qué hablas? – preguntó Jughead

- Necesito que se empiecen a mover ahí afuera, la mayoría aquí somos inocentes además de que los guardias junto con el director tiene un club de peleas, nos llevan tres veces a la semana, los más ricos y poderosos se reúnen y apuestan, se divierten viéndonos pelear. Si ganamos el director y Hiram nos recompensan. Deben de dejar en evidencia todo esto , este lugar debe ser destruido, aquí somos inocentes y nos volvimos las marionetas de los demás – les dijo de manera seria

- Tenemos que sacarte de ahí – dijo Jughead desesperado, no quería ver a su hermano más herido ni vivir ahí en ese lugar

- No, tengo que quedarme. Maddog y yo cuidamos de los demás, hay niños aquí, trece años. No puedo dejarlos, ustedes busque hacer algo con este lugar yo trataré de seguir con vida – le dijo Stiles de manera seria para después levantarse y salir de ahí dejando a los otros dos tristes pero determinados

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Los cuerpos están ocultos y ambos chicos caminan por el bosque de manera tranquila disfrutando de la luz de la luna y de la compañía.

- Ha pasado ya tiempo desde que salimos de ahí – dijo Mica parándose y viendo la luna, su rostro mostraba dolor

- Así es pero es algo que jamás podremos olvidar pero si podemos seguir adelante – le dijo el otro colocando su mano sobre el hombro del castaño

El moreno siguió caminando, el castaño vio por última vez la luna.

- Pero los recuerdo jamás dejarán de atormentarme cada noche de mi vida – susurró para después caminar detrás de su amigo, aquel que lo acompañó en todo ese infierno 

SerpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora