Capítulo 13.

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—¿D...donde esta ahora?

Dije en un hilo de voz.

Este suspiró y me agarró la mano.

—Esta bien...en el dormitorio.

Me solté del agarre de este y salí corriendo al cuarto.

Yibo se quedó mirando mientras yo iba a toda pastilla al cuarto.

Abrí la puerta rápidamente y vi a Ah Ra en la cama abrazandose a si misma mientras lloraba.

Me acerqué a ella y la acaricie la cabeza.

Inmediatamente ella me abrazó y yo la correspondí sin dudarlo.

Estuve consolandola en silencio varios minutos hasta que dejó de llorar para mirarme con una sonrisa triste.

—Gracias a ti y a Yibo... Si no llega a ser por él...

—Tranquila ya pasó, no te acuerdes más de eso. Todo esta bien ahora.

Dije acariciando su espalda suavemente.

Estuve el resto de la tarde con Ah Ra hasta que se quedó dormida tranquilamente.

Salí de la habitación y vi a Yibo sentado medio dormido en el suelo.

Le miré algo confusa.

—¿Que haces aqui?

Este me miró y suspiro.

—Estaba preocupado... ¿Como está?

Me senté a su lado y le miré.

—Ahora esta durmiendo... Pero esta mejor.

Mire los puños de este llenos de sangre y heridas.

Agarré su mano suavemente y me levanté.

Este me miró confuso y se levantó al instante.

—Ven dejame curarte las heridas.

Este no dijo nada y fuimos a la enfermería.

La enfermera no estába en ese momento asi que rápidamente cogí unas vendas y alcohol para limpiarle las heridas.

Este puso cara de dolor y yo sonreí cual tonta.

—¿Por que sonries?

Dijo adolorido.

—Me recuerda a las veces que te curaba de pequeño... Siempre te caías y te hacías heridas...

Este sonrió y se acercó a mi.

Yo no me alejé si no que lo miré fijamente mientras dejaba de hacer lo que estaba haciendo.

Me tocó el rostro suavemente con una de sus manos heridas y yo cerré los ojos mientras solté un pequeño suspiro.

Sentí en ese momento su cercanía y su aliento sobre mis labios.

—¿Yi.. Yibo?

Este no respondió solo sentí sus labios presionados suavemente sobre los mios.

Me dejé llevar por aquel suave y lento beso.

Le envolví el cuello con mis brazos mientras le acercaba más a mi.

De un momento a otro estaba encima suya besando su cuello y tocando sus abdominales.

Este me agarró de la cintura y me detuvo.

—Yeeun, es mejor que no vayamos más lejos... Quiero hacerlo bien.

Le miré confusa y me senté a su lado algo sonrojada por lo que acababa de pasar.

Este rió suavemente y me besó la frente mientras susurraba en mi oído haciendo que me estremeciese.

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