Capítulo III

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Capítulo III: Rota

Los cuatro mosqueteros y yo siempre estuvimos juntos. Nuestro padres eran fieles amigos en la universidad y eso nos llevó a ser amigos entre nosotros. Nunca nos quejamos, cada uno tenía sus propios demonios en casa, menos yo. De los cinco, yo era quien vivía en una bonita historia de amor, tenía unos padres que me adoraban, era la mejor estudiante de la escuela, tenía buenos amigos y todos querían estar en mi lugar. Pero todo se jodió cuando mi papá murió, sus secretos salieron a la luz, mi madre se volvió mentalmente inestable, y la cereza del pastel fue la llegada del abuelo y después de eso, ocurrió mi encierro en el sótano. Mi vida se jodió en menos cinco segundos

Arrastré la maleta detrás de mí y limpie el sudor de mi frente con la manga de mi suéter. Héctor mira divertido mi travesía por el camino lleno de piedras, hacer limpieza extrema y tener que deshacerme de toda la ropa que quedó olvidada en mi closet es exhaustivo, no recordaba que tuviera tanta ropa

-Regreso pronto, Héctor

-Con cuidado señorita, por favor

El chofer pone la maleta en la cajuela y en silencio emprendemos viaje a la casa Lombardi. Mónica Lombardi es la encargada de la donación de ropa a orfanatos o para mujeres que han salido de hogares jodidos. La casa Lombardi es una jodida finca, son dueños de dos manzanas completas. Tienen caballos, una piscina enorme, canchas de baloncesto y tenis. Una enorme casa, pero que a diferencia de la mía, si desprende ese calor a hogar. Pongo el código de seguridad, aquel que no han cambiado y las puertas principales se abren, dejando que el carro avance. Hombres vestidos de negro detienen el auto y tocan la ventana del piloto

-¿Quién es? y ¿Cómo ingresó?

Baje la ventanilla de mi asiento y plante una enorme sonrisa falsa

-Soy Hanna. Hanna Richstone

El hombre me observa con desconfianza, le pide a otro que cheque si mi nombre figura dentro de la lista, dos minutos después nos dejan pasar. Todo mundo sabe que Fabio Lombardi no es precisamente rico por hacer todo legal, muchos rumores han estado detrás de la familia Lombardi por años, desde ser los dueños de la mafia italiana, hasta el tráfico de mujeres, ¿la verdad? Solo mi papá y el señor Lombardi lo saben, y mi papá se ha llevado ese secreto a la tumba

Una mujer rubia, alta y con una enorme sonrisa se encuentra esperando en la puerta, me bajo del auto y corro a sus brazos que me rodean con fuerza y una risa jovial y ligera sale de mi boca. Mónica Lombardi fue más mi madre, que mi propia mamá. Mónica fue aquella mujer que fue a mis eventos, me habló sobre la menstruación, me aconsejó sobre ropa, libros y muchachos. Ella hizo todo, lo que quería que hiciera mi mamá

-Mi muñeca hermosa, no sabes cuanto te extrañé-susurró sobre mi cabeza y yo la abracé aún más fuerte-

-También te extrañe muchísimo, tía Mon

-No vuelvas a desaparecer así, jamás. Te lo prohíbo, o sino, me obligaras a meterte en una cajita de cristal, como la muñequita preciosa que eres

Una sonrisa sincera se forma en mis labios y el sabor salado de mis lágrimas llega a mi boca

-Hazlo, por favor hazlo-susurre y ella tensó sus brazos a mi alrededor, buscó separarse de mí, pero no lo permití, necesito que siga abrazándome. Necesito el sentimiento de protección que sus brazos me dan-

-¿Todo bien en casa, muñequita?

-Lo estará

-Tu habitación sigue esperando por tu regreso, no nos abandones de nuevo

-Señora Mónica-una fuerte voz nos hace alejarnos, un joven con traje negro me mira con curiosidad y una pequeña sonrisa-El señor Fabio la esta buscando

DESTERRADA [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora