16.- Madre

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Ji-woo estaba parada frente a la mansión de los Park, había algo que hace mucho le molestaba, le inquietaba y le interesaba saber, tocó el timbre y le abrió una de las mucamas.

- Buenas noches - saludó cortésmente - ¿Se encuentra la señora Park en casa?

- A-ah... sí - afirmó algo nerviosa - Esta en su oficina

- ¿Puedo pasar a verla?

Cloe pensaba en que a la señora no le gustaba ser molestada, en especial tan tarde, estaba dudosa por dejarle pasar o no.

- Quiero hablar con ella sobre Jimin - agregó tratando de persuadirla

- ¿El joven Jimin se encuentra bien? - a Jiwoo le conmovió la preocupación de la mujer, era fácil darse cuenta que Jimin era querido por ella.

- Él esta bien, solo necesito hablar con la señora Park, por favor

-De acuerdo, iré a anunciarla, puede pasar y esperar en la sala hasta mientras

- Muchas gracias

Jiwoo entró inspeccionando el lugar, ya había estado en esa mansión muchas veces y siempre tenía el pensamiento de que era demasiado grande y fría...

Esperó unos minutos hasta que la bella y fría mujer rubia salió en su encuentro.

- Señorita Jung - saludó duramente - no creo que sean horas para una visita, además Jimin no está

- Lo sé - se levantó la mujer - ¿Usted sabe donde está?

La señora Park miró sin vacilar a la psicóloga

- No tengo idea

Eso suponía Ji-woo, Jimin estaba en una presentación muy importante para su vida, pero su mamá no tenía ni la menor idea de donde estaba.

- ¿Podemos hablar?

- ¿Hay algún problema? Ya le hice el pago de este mes a su cuenta

- No vengo por dinero - se defendió, trató de calmarse - Solo será unos minutos

La mujer se mantuvo mirándola fríamente para luego rodar los ojos infantilmente con un suspiro.

- Sígame - dijo con un tono antipático

La siguió hasta un cuarto en el primer piso, al fondo de la casa, al entrar, el cuarto estaba lleno de dibujos de todo tipo, había dibujos de ropa, vestidos, faldas, de adornos, de accesorios estaba desordenado pero con un aroma a flores gracias a las velas, la mujer se sentó en su silla que parecía ser donde estaba antes y cerró un cuaderno, Ji-woo alcanzó a ver un dibujó de un collar o una manilla en el.

- Hable señorita Jung, es tarde y debo dormir - dijo cruzándose de brazos en su asiento, era una mujer intimidante, en especial esa dura mirada que nunca abandonaba su expresión.

- ¿Son sus dibujos? - preguntó en cambio la mujer, algo nerviosa pero tratando de no demostrarlo, paseándose por el lugar - Son muy bonitos

- Son bocetos

- Si son bocetos supongo que su plan es hacerlos realidad ¿no? - se dio la vuelta para mirarla pero la mujer miraba a otro lado, algo perdida

- Cómo si tuviera tiempo para eso - dijo ácidamente - tengo que manejar la compañía de repuestos que mi marido dejó al morir, tengo que administrar esta casa, a los empleados... - sonrió con sorna - ando muy ocupada.

- Veo que no menciona a Jimin entre sus prioridades para gastar su tiempo - atacó de frente pero con un tono pasivo, la mujer la miró con una ceja enarcada.

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