27.- La verdad persigue

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Sus manos se movían con elegancia, sus pies con un poco de torpeza pero aún así pudo dar un par de vueltas y sentir la música en su cuerpo como hace tantos años la sentía, bailando en esa sala vacía solo con espejos devolviéndole su reflejo, podía recordarse en un escenario, frente al público, con las luces, la música y toda la emoción.

Pero sintió dolor en su pierna derecha y se detuvo. Sonrió, pensando en "es lo que es", ya lo había aceptado hace mucho tiempo

- Sigues bailando tan hermosamente como siempre - se dio la vuelta para encontrarse a Jungkook mirándolo cálidamente, sonrió.

- Eso quisiera creer - contestó ligeramente con una pequeña sonrisa.

- Créeme a mí

El mayor se acercó al medio de la sala, donde estaba Jimin, se miraron y besaron con amor.

Once años habían pasado desde que adoptaron a Chae-won y todo avanzó como debía avanzar, Jimin se dedicó en completo al pequeño, quedándose en casa con él, jugando, cocinando, por un tiempo fue amo de casa y no le molestaba en absoluto, esperar con comida que sabía que le gustaba a Jungkook cuando él llegaba, ser besado, abrazado, verlo cargar a Chae era un sentimiento muy cálido. Ver al pequeño jugar, verlo pintar o dibujar mientras él planchaba o cocinada, verlo jugar con el agua mientras lo bañaba, estar con el todo el tiempo le gustaba mucho porque era un niño muy tranquilo y lleno de ternura, siempre quería abrazos, cuando salían siempre le agarraba la mano con fuerza, era inteligente, sereno pero lleno de vida. Y estuvo de esa forma hasta que su pequeño comenzó a ir al colegio y hacer amigos, Jimin pasó a segundo plano para Chae, quien se divertía mucho con sus amiguitos y pasaba cada vez más tiempo con ellos. Tambien estaba este niño, Soobin, quien igual iba en su mismo colegio pero era dos años mayor Chae se volvió muy apegado a él. Fue cuando se dio cuenta que era aburrido estar en casa solo y sin nada que hacer.

- Aún tienes el dinero que tu madre te dio - le dijo un día Jungkook cuando le comentó su situación - Piensa ¿Qué podrías hacer con eso?

Jimin lo pensó por muchos meses, estuvo pensando en alguna tienda de algo o restaurante, pero entonces recibió esa llamada de su antigua profesora de baile

"Me retiraré y volveré a mi ciudad... estuve pensando en las niñas y niños que dejaré sin su lugar de baile por mi decisión, en serio me gustaría seguir, pero estoy cansada, es tiempo de que me dedique a mí... y entonces pensé en ti Jimin, eres un ex-bailarín profesional, seguramente sabes más que yo en cuestión de técnica y el mundo actual del baile... podrías ser capaz de sacar una generación de bailarines estupendos con tu guía y experiencia... piénsalo"

No tuvo que pensarlo demasiado, era justo lo que estaba buscando, algo que hacer. Entonces compró el lugar, lo remodeló y expandió por completo y fundó una nueva academia de baile bajo el nombre de "Serendipia" y el lema de "Te encontré sin buscarte... el brillo en mi"

Rápidamente se hizo conocido en su zona y fuera de ella, despues de todo el director general era el antes conocido Park Jimin, el ángel del baile y todos los aficionados al baile querían que sus hijos tomen su guía.

Por su parte Jungkook decidió reducir aún más sus trabajos y se enfocó en apoyar a su pareja con ese nuevo proyecto, aunque él no supiera mucho de baile podía al menos administrar o ser mano de obra con las remodelaciones. Jungkook solo quería pasar todo el tiempo que pudiera con Jimin, no le importaba nada más.

Otra cosa que había pasado en sus vidas fue el descubrimiento del talento de Chae-won, era un artista nato, comenzaron a ver su interés en dibujar y pintar poco despues que lo adoptaran, el pequeño sin embargo era bastante austero y tímido en ese tiempo, no le gustaba pedir nada, Jimin tenia que sacarle con cuchara lo que quería para comprarle sus materiales. Aún ahora, era como si no quisiera molestar mucho y siempre les agradecía todo.

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