No es tan divertido como crees (shikatema)

Traviesos (Final).

Escuche las voces de todos. Discutían y hablaban, algunos con pena y otros con odio, no tenía ánimos ni paciencia para hablar con ninguno así que simplemente me quede dormido, pasaron algunas horas o tal vez días, ¿creo?. Estaba cómodo donde me encontraba durmiendo y todo estaba en silencio, supuse que estaba en una camilla acostado, escuche una puerta abrirse y tras de esta un seguro el cual fue pasado, pasos firmes y una simple presencia atemorizante, mi cama se vio invadida y unos brazos rodearon mi pecho, escuche pequeños sollozos y una respiración agitada en mi pecho.

- Si tanto querías dormir conmigo puedes empezar saludandome como esposos.- mantuve mis ojos cerrados y logre abrazar a quien ya sabía estaba al lado mio, espere por unos segundos algo de afecto pero una gran bofetada me hizo recordar a quien tenía por esposa. -yo también te extrañe. Temari.-

- ¡Me tenias muy preocupada! Maldito idiota. No te atrevas a jugar de esa manera enten...- no quería un discurso en este momento, le di un gran abrazo y un largo beso para que pudiera callarse, se que no eran las mejores excusas para hacerlo pero no me arrepiento, aún enojada ella me parecía muy hermosa.

- ¿Cómo puede ser posible que enojada te me hagas aún más linda?... Perdona por dormir tanto, no quería preocuparte.- tomé las mejillas de ella y le robe varios besos de manera constante, no era que los necesitaba, solo no quería oírla aún más enojada. -Esta todo bien.-

- Te costará más que solo besos. Idiota.- note que ella alejó su cara para que no la besara pero aún se mantenía abrazada a mi.

- Esas cosas las dejaremos para cuando estemos en casa, pervertida.- sentí un leve golpe en mi abdomen seguido de una firme punzada.

- Idiota.-

- Temari.- al decir su nombre pude captar toda su atención por varios segundos. -casemonos.- escuche una ligera risa de su parte para luego ver como ella se escondía en mi pecho.

- Ya somos esposo tonto. Deja de molestarme si no me puedes controlar. -

- Cerraste la puerta de la habitación. Todo parece que viniste aquí con la intención de no ser controlada.-

- ¿Disculpa?, solo quería saber como estaba mi estúpido esposo que se metió en una pelea con unos... ¿Dioses?.-

- También puede ser. Hay muchas opciones para que vengas a escondidas a mi habitación. Tal vez querías más de mi atención, eres como una niñita sabes.- me limite a colocar una de mis manos en su mejilla mientras con la otra acariciaba su espalda baja, subí ligeramente su camisa pero sentí la mano de ella deteniendome.

- Aquí no Shikamaru. Dios.-

- Disculpa, pase algunos días durmiendo y me encuentro algo fuera de mi. Además de que me encuentro una linda chica que dice ser mi esposa acostada conmigo. Créeme que esto me pone algo... Como decirlo. Encantado por Temari no Sabaku.-

Las mejillas de ella se volvieron rojizas pero sus manos lo dejaron que Shikamaru siguiera lo que pretendía hacer.

Narrador Omnisciente.

- Espera a llegar a casa. Ahí podremos hacer lo que quieras. No me gustaría que cualquiera de tus amigos entre por la ventana. Tienen una horrible costumbre de hacer eso en esta aldea.-

- Disculpa a los chicos. No todos los días tiene a alguien cerca de la muerte aunque. Siendo tan cercanos a Naruto ese no es el mejor ejemplo, jajajaj, vale. En fin, vamos a casa. -

- Aún no te dan de alta.-

- Tranquila, soy consejero y tu mi ayudante, además. Tengo muchas energías y supongo que querrás ver que tan animado puedo llegar a ser.-

Aquella faceta de Shikamaru le gustó un poco a Temari, era más empatico y enérgico, ella lo pensó por un segundo antes de tomar una decisión.

- Vale, vamos a casa pero si te desmayas en mitad te juro que no lo haremos en un año.-

- Y si tu no puedes caminar bien al terminar lo haremos cuando yo quiera.-

- Vaya. Que egocentrismo.-

- Solo te estoy molestando, ¿vamos a casa?.-

- Vamos.-

______________________

Gracias por leer.