Apricots - MAY-A
Indubitable
Venus
Llevaba media hora dando vueltas en la cama. "Me voy a enamorar de ti" ¿Pero qué?
¿Sería una broma del momento, no?
Al final, después de dar quinientas vueltas más, me dormí.
...
-Doctora Venus, ¿puedo pasar?-Escuché que tocaban al otro lado de la puerta. Mierda, run bitch.
-Eh...Si, si un momento.
Contesté como pude mientras me vestía rápido. Al final me di por vencida y me puse una bata de seda por encima del pijama.
¿En qué momento se te me ocurrió traerme un pijama tan corto y sexy? Todo era culpa de mi madre que me enseñó a llevarme siempre el mejor pijama de mi armario.
-¡Hola! Ya estoy.-Dije mientras abría la puerta. Lo sabía, paciente sexy viene a verte.
-Mm...Hola Venus.-Pronunció mi nombre de una manera que solo él podría hacerlo, como saboreándolo.
-Pasa, ven siéntate. -Dirigí a Jackson a una pequeña mesita con dos sillas que tenía en la parte derecha de la habitación.
Jackson cogió la silla y la movió del sitio, acercándola más a mí. Una vez sentado sus piernas rozaban con las mías de lo cerca que estaba.
-Bueno, mm...Jackson. Cuéntame. ¿Para qué has venido?-Intenté no sonrojarme debido al juego que había comenzado entre nuestras piernas.
¿Era impresión mía o cada vez estaba más cerca? Cuidado que no se te acerque a otra cosa.
-Dijiste que estarías disponible las 24 horas del día. ¿Es eso cierto?
-Por supuesto. ¿Por qué? ¿Necesitas algo? Puedes contarme lo que sea.
-Necesito una distracción.
-¿Como que una distracción?
-Pues eso, una distracción. Necesito que me distraigas. ¿Crees que podrías conseguirlo?
-Claro, pero podrías explicarme primero el motivo de la distracción.
-No...no puedo.
-¿No puedes o no quieres?
-¿Hay realmente una diferencia?-Se acercó más. Manipulador de mierda.
-Por supuesto que hay diferencia. La diferencia es la confianza que decidas depositar en mí.
-Por favor.-Esa simple frase me dejó impactada. No parecía una persona que pedía las cosas por favor. Joder.
-Está bien. Te conseguiré una distracción.
-No, tú tienes que ser mi distracción.
-¿Por qué?
-Porque sino no funcionará. Joder, en serio necesito que me ayudes.
Se levantó y se dirigió a la ventana de la habitación. Cerró los ojos y se frotó la sien, como cuando tienes dolor de cabeza.
-Ayúdame.-Suplicó sin mirarme.
-¿Qué te pasa? Cuéntamelo, por favor. Déjame ayudarte.
-Dame tu mano.-Confundida se la tendí.
Apoyó la espalda y la cabeza en la pared de la habitación con los ojos cerrados. Cogió mi mano y empezó a acariciarla. Como si buscara el contacto por encima de todo. Su mano fue subiendo por debajo de la manga de la bata, sin dejar el contacto piel con piel. Cuando llego a la parte alta de mi brazo, dejo de acariciarme y me agarró, sin hacerme daño. Me asusté, las imágenes de Dawson vinieron a mi cabeza.
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MEDIOCRE ©
RomanceVenus Dagger acababa de terminar su carrera en psicología. ¡Era libre por fin! Tan solo un mes después de acabar, le ofrecieron el trabajo de sus sueños, ser psicóloga en un centro de rehabilitación. Aunque ella se presentó para el departamento de T...