Worst behavior-Ariana Grande
Complicidad
Venus
-¡Mama! ¿Sabes donde esta mi bata?-Le grite desde mi habitación.
Escuche los pasos de mi madre subiendo la escalera.
-Cariño, siempre lo pierdes todo. No sé cómo pretendes irte a vivir sola.-Respondió mi madre mientras buscaba entre mis cosas tiradas por toda la habitación.
-¡Aquí esta!-Dije arrastrándome por el suelo para salir debajo de la cama.-¿Qué hora es? No, no hace falta que me lo digas, llego tarde seguro. Me van a echar y es mi primer día.-Dije dramatizando como de costumbre.
-Hay hija, no seas tonta, no llegas tarde.-Dijo mi madre riéndose del espectáculo que estaba dando.-Te desperté una hora antes para asegurarme de que no llegaras tarde, sabía que tendrías algún inconveniente.-Me recriminó.
-Espera, ¿no me has despertado a las 9?-Dije ofendida, ya que había estado toda la mañana diciéndole que se había levantado tarde.
-No, eran las 8-Dijo mientras se reía de la cara que estaba poniendo.
Me molestaba que se hubiera reído de mí, pero en el fondo le agradecía que se hubiera preocupado de que llegara a tiempo al trabajo de mis sueños.
-Bueno, me voy mama, aprovecho y me paro a comprar un chocolate caliente.-Dije cogiendo mi bolso rápido y dándole un beso en la mejilla a mi madre.-Te quiero, nos vemos.
-Adiós, espero que te vaya genial.-Dijo saludándome desde la puerta mientras me metía en el coche.
El trayecto en coche fue corto, y al final me pare a por un rico chocolate caliente. No me gustaba el café, pero el chocolate me encantaba y de vez en cuando me daba un capricho.
Llegue a mi nuevo empleo y comenzó a ponerme nerviosa.
¿Y si no se me da bien?
No podía parar de pensar en que iba a pasar y en cuáles iban a ser mis pacientes.
-¡Hola, Nadia! Menos mal que estás aquí, me daba vergüenza tener que preguntarle donde esta mi oficina a un desconocido.-Dije saludando a mi jefa que estaba en la puerta de entrada fumándose un cigarro.
-Hola cariño, ahora mismo te acompaño a tu oficina. Hoy tendrás la presentación de tus nuevos pacientes. Será una consulta fácil de media hora más o menos cada uno. Los pacientes visitarán más de un psicólogo y al final decidirán con cuál se sienten más cómodos.- Apagó el cigarro para luego cogerme del brazo y acompañarme al que será mi espacio de trabajo.
-¿Los pacientes eligen con quien hacen terapia?-Dije sorprendida y asustada a la vez. ¿Y si nadie se sentía cómodo conmigo para realizar la terapia?
-Si, en este centro creemos en que los pacientes se abrirán más y les resultara más fácil si deciden con quien hacerlo.-Dijo orgullosa.
-Ah, claro, tiene sentido.
-Bueno, esta es tu sala. Más tarde se pasará Beatriz para comentarte el protocolo de seguridad. Y las normas. Es un poco dura, pero no dejes que te intimide.-Sonrió como usualmente hacia. Salió de la sala y me dejo sola para que me acomodara.
Empece a sacar mis cosas y decorar la mesa mientras tomaba pequeños sorbitos de mi bebida.
-Hola, soy Beatriz, supongo que te habrán comentado que me pasaría a comentarte un par de cosas que tienes que saber.-Dijo sin expresión alguna su cara. Era esbelta, rubia y algo a destacar era lo recta que caminaba. Nadia tiene razón, es intimidante.

ESTÁS LEYENDO
MEDIOCRE ©
RomanceVenus Dagger acababa de terminar su carrera en psicología. ¡Era libre por fin! Tan solo un mes después de acabar, le ofrecieron el trabajo de sus sueños, ser psicóloga en un centro de rehabilitación. Aunque ella se presentó para el departamento de T...