CAPÍTULO 7

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Into it - Chase Atlantic

Indeleble

Kaden

A las 5 de la mañana me desperté, nunca dormía más de 4 horas seguidas. Esta vez había sido una excepción. Venus y yo nos acostamos en la cama sobre las 9 de la noche. Todo un logro. 

Llevó exactamente tres horas admirando a cierta doctora que ha dormido a mi lado. Su pelo está muy cerca de mi nariz, permitiéndome disfrutar de ese olor a melocotón característico en ella. A veces se mueve y hace ruiditos, como si se quejara o se acomodara. Me encanta. 

Poco a poco Venus fue abriendo los ojos, parecía no recordar el sitio en el que estaba. Era una situación algo divertida. 

-Buenos días, cariño. 

Venus se frotó los ojos como una niña pequeña y me miró. 

-Buenos días Kaden.-Dijo con la voz un poco rota. Joder, ese Kaden provocaba cosas en mí que nunca había sentido. 

Definitivamente era preciosa recién levantada. La mayoría de mujeres con las que había tenido "el placer" de dormir parecían espantapájaros recién levantadas. Pero Venus no, Venus siempre era diferente. Su pelo negro azabache caía con gracia sobre la almohada, sus ojos naturalmente verdes se aclaraban por la mañana. 

Venus sin una gota de maquillaje era la mayor obra de arte que había visto en mi vida. Sus pecas relucían cómo nunca sobre su clara piel. Podría admirarla horas sin cansarme. 

-¿Por qué me miras tanto?-Pregunto mientras escondía su cara en la manta. 

-Porque sé apreciar la belleza. Soy adicto a ella.  

Se quedó callada, no me gustaba cuando eso pasaba. Venus era un libro abierto, excepto cuando se metía en su mundo y no hablaba. 

-¿Qué hora es? A lo mejor me buscan, dije que estaría disponible siempre.-Pregunto algo preocupada sin mirarme a la cara. 

-Son casi las nueve y media. 

-Joder, quiero dormir más.- Se puso las manos sobre la cara y se tiró sobre la almohada. Yo también quería dormir más, siempre y cuando fuera con ella. 

-¿Quieres ducharte aquí?

-¿Qué? No. Yo...yo me voy ya. Adiós. -Dijo a una velocidad impresionante.  

-No, espera. ¿Por qué te quieres ir tan rápido?-Abrió los ojos desmesuradamente. 

-No, no me quiero ir. Pero debería. -Se removió en la cama, dejando al descubierto una parte de sus hermosas piernas. Joder. 

-Cariño, a veces hay que hacer lo que queremos y no lo que debemos. -Intenté convencerla de que se quedara conmigo. 

-Kaden...-Joder cómo me pone esta mujer.- No quiero ir a mi habitación, me cuesta. 

-Lo entiendo, por eso quédate. Nadie se enterará, además no tiene nada de malo. 

-Si no tiene nada detallo porque dice que nadie se enterará.

-No tiene nada de malo a nuestros ojos. Seguro que el dueño del centro no opina lo mismo. -Solté una risa. Venus se tensó y cerró los ojos. 

-Está bien, me quedaré. Pero luego iré a una sala común por sí me necesitan.

-Así me gusta. 

-Tengo una condición- Eso ya no me gustaba tanto. 

-Sorpréndeme. 

MEDIOCRE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora