10.

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El año nuevo los recibió prontamente, al despertar lo supieron, pero por alguna razón para Jungkook fue casi igual que todos los días.

¿Cómo en una noche había terminado todo?

Escuchó a Joo-hyun hablar con su querida Sun-hee y soltó una sonrisa amplia que poco a poco comenzó a desvanecerse porque no podía tener lo mismo.

Tenías celos y envidia.

Quizá algún día podría tener una vida un poco más normal y no iba a necesitar cumplir con las expectativas de sus padres.

Se apuró en terminar su desayuno y antes de salir cepilló sus dientes, finalmente salió de casa encontrándose con el señor Choi al frente de la casa.

—Buenos días, señor Choi.

—Buenos días, joven Jungkook. —le saludó, para abrirle la puerta con prontitud al hijo de los Jeon. 

Jungkook agradeció el gesto, a veces le parecía un poco molesto porque él podía abrir la puerta, pero iniciar un guerra por la amabilidad de el señor Choi sería un estupidez.

—¿Puede acelerar, por favor? Se me ha hecho tarde. —la afirmativa del chófer le alegró. Significaba que llegaría temprano, porque la otra vez tuvo un problema con su maestro de cálculo.  

—¿No pasó una buena noche, joven Jungkook? —preguntó al notar el bostezo que se le escapó a Jungkook en el momento en el que el señor Choi empezó a conducir.

—Yo... es...

—¿Es por ese chico? ¿Taehyung, no es así?

—¿Qué?

—No quiero meterme. Yo lo siento tanto, pero pensé que ustedes...

—No estamos en Londres, puede hablar com tranquilidad. ¿Sabe? Nos conocemos desde que tengo ocho años, nos has llevado a mí y a Jimin desde ese día y aún mantiene distancia como si fuera un desconocido.

—Es por mi trabajo, joven. Sé lo que piensan sus padres sobre mí, jamás me permitirían que yo le hablara de esa forma.

—Respetaré eso, ¿vale? —su madre solía decir que las personas como el señor Choi y Seulgi eran valiosas mientras no intenten escalar más de lo que se les ha permitido. —Sobre Taehyung...

—¿Ustedes tuvieron una conversación íntima, cierto?

—A decir verdad no sé qué pasó, pero yo creo que quizá pueda hablar con él.

—Entonces debería bajar. —anunció. Quería llegar temprano y lo había hecho, sin embargo ahora solo deseaba volver a casa.  —Lo veo más tarde.

[...]

—¿Podemos hablar?

—¿De qué?

—De por qué no me respondes los mensajes, Taehyung. Te dije que te deseaba un buen año y solo me dejaste ahí, sin responder.

—Perdón.

—Al menos has abierto mi regalo, ¿verdad? —Taehyung se detuvo antes de tomar asiento y miró en otra dirección. —¿Y por qué no? Va a gustarte, lo sé. Tzuyu me lo dijo.

—¿Tzuyu? Pensé que era tuyo, no es tuyo si alguien te lo dijo.

—Entonces, ¿no lo quieres?

—Claro que sí. ¿Quieres venir a casa después de las clases?

[...]

—Muchas gracias por la cena, señor Kim. —se levantó y volvió agradecer, esta vez haciendo una reverencia a todos los presentes. —Pero creo que es hora de ir a casa.

—¿No crees que es muy tarde, papá? Puede ser realmente peligroso allá afuera a estas horas. —mencionó Taehyung, sosteniendo la muñeca de Jungkook sin intenciones de liberarlo.

—Tienes razón, pediremos un taxi para ti. Dame un momento. —dijo la señora Kim, yendo hacia donde estaba el teléfono.

—No es necesario, señora Kim, yo puedo llamar al señor Choi para que venga.

—¿Vas a molestarlo tan tarde, Jungkook? ¿Por qué no te quedas y mañana te vas? No creo que haya problema en eso.

—¿Y dónde va a dormir? —preguntó Namjoon. —Tú —señaló a Taehyung—no dormirás en mi habitación para darle comodidad a Jungkook.

—No quiero molestar, puedo ir-

—No. Jungkook dormirá conmigo.

—Solo duerman temprano, mañana tienen clase. —dijo finalmente la señora Kim, también se disculpó con Jungkook por no tener una habitación para invitados.

Al llegar a la habitación de el menor de los Kim, Jungkook se sentó sobre un pequeño sofá cuando Taehyung cerró la puerta, se desvió hacia su armario de donde sacó un paquete que Jeon reconoció al instante.

Era su regalo.

—¡Es una loción! Gracias. ¿Tú la conseguiste en serio? Yo nunca podría comprar ni una muestra.

—No fue tan costosa, Taehyung. Estás exagerando.

—Eso dices tú.

—Recordé algo que me dijo Tzuyu el otro día, dijo que en una revista estaba la loción que querías pero que era solo una muestra y que la colocaste junto a ti para poder tener su fragancia.

—¡Qué mala! Debes pensar que soy patético.

—Un poco sí. —y cuando el silencio los inundó Jungkook explotó en risas al imaginar lo que hizo Taehyung. —L-lo siento, es que es...

Kim se sentó a su lado y gracias a que el sofá era pequeño sus muslos rozaron. La risa de Jungkook fue bajando cuando Taehyung tocó sus dedos con suavidad y se apagó al notar la mirada fija de Taehyung sobre él.

—¿Quieres probarla? —su tono grave provocó que su piel se erizara por completo.

—¿Es algo tarde, no? Deberíamos dormir. —apartó la mano que Taehyung no quiso soltar y se alejó.

No sentía miedo de él, pero, ¿qué estaba haciendo y por qué?

—Jungkook. —esta vez colocó sus manos sobre el cuello de Jungkook, acariciando y sintiendo su piel completamente caliente.

—¿Qué?

—Mírame. —demandó, y una de sus manos se alejó del cuello de Jeon. Acercó sus dedos hasta su barbilla, perdiéndose en los labios de su menor quien se quejó.

—¿Tae? ¿Qué sucede?

Sus palabras lo devolvieron a la realidad y esta vez se detuvo observando los ojos ajenos. —Me gusta Tzuyu y quiero que me ayudes.

Heather. ★ Taekook ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora