11.

278 26 4
                                    

La luz de la mañana golpeó los ojos de Jungkook y este supo que era hora de levantarse. Frotó sus ojos suavemente antes de salir de la cama, encontrando el brazo de Taehyung rodeando su cuerpo en un abrazo.

Se apartó de Kim sin contar que lo llevaría de vuelta a la cama. —¿Vas a escaparte o qué? ¿A dónde vas? —dijo, somnoliento.

—Tengo que volver a casa y ducharme, ¿recuerdas eso?

—Usa mi baño si quieres, se te hará tarde si vas a casa.

—También deberías levantarte, Taehyung. Es tarde.

Taehyung soltó un quejido conduciendo a Jungkook al cuarto de baño y entregándole un par de toallas para que pudiera secarse.

Mientras tanto el menor de los Kim fue hasta el primer piso, caminó de largo hasta el fondo y entró al baño dándose una ducha rápida.

Salió de la ducha con una toalla alrededor de la cintura cuando escuchó el saludo de su hermano.

—Buenos días, Taehyung. ¿No sabes saludar?

—Buenos días. —respondió molesto, pasando por un costado.

—¿Dónde está Jungkook?

—Lo dejé en la ducha de mi habitación. —sonrió. Como si hubiese ganado algo y se sintió mal por ello, porque no era su intención y menos cuando lo único que parecía querer era estar junto a ese chico.

—¿Dormiste con él? —preguntó, sintiendo un nudo en su garganta. Por poco jura que se le va el aire.

—¿Dónde más entonces? ¿Te molesta?

—No, pero deberías separar las cosas.

—¿Qué es lo que quieres decir?

—Estás... Estás actuando extraño. Yo pienso que tal vez tú lo estás viendo en formas que no deberías.

—Ahora piensas como papá.

—No seas idiota, Taehyung. —soltó un suspiro largo antes de proseguir. —Solo define qué es lo que te está pasando, porque si es lo que estoy pensando vas a destruir a ese chico.

[...]

—¿Puedes calmarte? No es para tanto.

—Oh, lo es. Claro que sí.

—¿Entonces llama a un taxi?

—Lo haría si no me hubieses quitado mi teléfono. —extendió su mano intentando alcanzar su móvil que, amablemente, Taehyung se encargó de elevar.

—Entonces corramos. Toma mi mano y te prometo que no te soltaré. ¿Puedes confiar en mí?

—No estoy para bromas, Taehyung. Deberíamos estar llegando pero tú solo estás ahí pensando en quién sabe qué.

—¿Por qué siempre eres tan amargado? ¿Por qué simplemente no puedes dejarte llevar? Es que en serio, ni siquiera respondiste lo que te pregunté ayer.

—Solo... Solo dame mi teléfono.

[...]

—¿Puedes dejar de ignorarme, Jungkook? No llegamos tarde.

—Tenemos el tiempo justo para estar en nuestra clase, y, quizá podría hablar contigo si no hubieses empezado con tus cosas.

—Jungkook.

—¿Qué quieres? —estaba a la defensiva. Jungkook lo sabía y también tenía consciencia de ello, pero no conocía otra forma de reaccionar. —Hablemos luego, ¿sí?

—Es importante. —Porque cada vez que pasaban tiempo juntos, Jungkook no podía evitar que su corazón latiera desesperadamente por el pelinegro. Porque a Tzuyu le gustaba Taehyung y él era su amigo.

—Lo siento tanto, debo irme ahora.  

[...]

—¿Ustedes han peleado de nuevo? —Tzuyu preguntó, dejando un lugar libre sobre el pequeño sofá de su habitación.

—No ha sido exactamente una pelea, solo que se nos hizo tarde.

—¿Te quedarás conmigo hoy?

—He estado fuera de casa desde ayer, pero creo que será bueno.

—Genial. —sonrió antes de levantarse para bajar al primer piso y llevar unos bocadillos para comer con Jungkook.

Las horas no tardaron en pasar y el castaño se sentía menos tenso que la otra vez, no obstante, recordó las palabras de Taehyung y su mente batalló en si decirle la verdad a Tzuyu o callar.

—¿¡Cómo permites que se quede en la habitación de mi hija!? ¿¡Acaso estás loco!? ¡Carajo! Qué pensará la gente de ella.

—Cálmate, estoy seguro de que no harán nada malo. Ese chico se ve bastante confiable, además no tenemos otra habitación.

—¡Entonces debió irse casa! ¡Eres mi esposo y debes apoyarme! No puedo creer que todos mis esfuerzos para criar a Tzuyu como toda una jovencita.

—No deberías escuchar eso, Jungkook. —Chou apareció detrás de él colocando su manos sobre su espalda. —Hablaré con ellos, ¿sí?

—Tal vez tengan razón y deba-

—Por favor no, no quiero estar sola.

—Puedo acompañarte.

—Esperame aquí, ¿sí? Tengo que hacerlo.

[...]

Abrió sus ojos contemplando la oscuridad y quizá de no ser por la luz de la luna hubiese tropezado al levantarse de la cama.

Tzuyu lo detestaba, no le gustaba levantarse de su cama para ir al baño porque luego tardaba horas en poder conciliar el sueño y termina con ojos de panda.

El sonido del móvil, la notificación resaltando en la pantalla le hizo dar vuelta. Creyó que se trataba de su teléfono, pero al cogerlo supo que era el de Jungkook.

Colocó el celular de nuevo en la mesita de noche, dispuesta a avanzar sin hacer ruido para no despertar a Jungkook. Sin embargo el teléfono sonó de forma incesante obligándola a revisar quién estaba mensajeando a Jeon tan tarde.

Cubrió su nariz y su boca con sus pequeñas manos al ver el nombre de Taehyung reluciendo. Pese a que creyó que no tenía de qué preocuparse no entendía por qué Taehyung le enviaba mensajes a Jungkook a las dos de la mañana.  

Heather. ★ Taekook ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora