—¿Silver vendrá tarde o se quedará con su madre?
Chaz, reposó su cuerpo de forma casual en el marco de la puerta de su habitación compartida mirando a Nolan, se preguntaba por qué su compañero no se había molestado en ir a sus nuevos entrenamientos. Con el regreso de Connor y la información que había brindado acerca de lo ocurrido en Los Ángeles, las cosas se habían complicado un poco más para ellos y muchas otras manadas.
—No lo sé. Desde que empezó con su entrenamiento suele quedarse con ellos más de lo necesario —respondió Nolan casi sin ánimos. Sus ojos marrones claros se veían algo cansados. Descansaba en la cama con sus manos apoyando el peso de su cabeza, mirando el techo. Una ventana con cristal inteligente dejaba deslumbrar un poco los rayos del sol.
—¿Te preocupa lo que le puedan hacer en ese lugar? —inquirió Chaz, al notar la preocupación en el tono de voz de su compañero. Aunque Nolan no dijera o demostraba tener preocupación, Chaz sabía que lo estaba.
Nolan miró de reojo a su amigo, tomó un respiración profunda inclinándose para tomar asiento en la cama, cruzó sus piernas; entrelazando los dedos de sus manos, y su rostro pensativo.
—Me preocupa en lo que se pueda convertir —respondió. Cada vez que Silver iba a ver a su madre era algo que no le gustaba del todo. Las visitas habían aumentado de una vez a la semana y de ser simple revisiones, a ser hasta cuatro veces por semana. Silver le había aclarado que se debía al hecho de que había empezado un entrenamiento especial por si Asher regresaba.
—¿Crees que se pueda volver como Asher? —preguntó Chaz, dirigiéndose a la cama contigua, tomando asiento.
—¡No lo sé, Chaz! —exclamó Nolan. Dejándose caer en la cama una vez más. Su mirada se volvió a perder en el techo—. Todo esto es muy confuso y extraño. No sé cómo se supone deba sentirme —agregó. Haciendo un leve masaje en sus ojos con su mano de forma nerviosa.
—No se supone que debas sentirte de una manera u otra. En realidad no creo que haya una manera correcta de sentirte. No después de todo lo que hemos pasado hasta ahora, sobre todo tú —respondió Chaz. En un tono reflexivo.
—Odio cuando eres tú el que dice las cosas inteligentes —replicó Nolan, haciendo un leve puchero.
—Qué te puedo decir, he madurado —respondió Chaz con una leve sonrisa. No le gustaba ver a su compañero preocupado o desconectado, pero tampoco lo podía culpar por sentirse como lo hacía, las cosas no eran fáciles para ninguno.
—Si la madurez llega por arte de magia, entonces no estaríamos teniendo esta conversación —devolvió Nolan con un tono burlón.
—Entonces... te quedarás todo el día ahí tirado o vendrás ayudarme con los entrenamientos —dijo Chaz. Poniendo un poco más de entusiasmo en sus palabras.
—¿Tú qué crees? —devolvió Nolan, rodando sus ojos. En realidad, sentía cada día como si la energía se le estuviera agotando y no se sentía con los ánimos necesarios para hacer nada. Quizás su excesiva preocupación le estaba pasando factura. Pero nunca había pasado por tanto estrés, no desde la muerte de sus padres.
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Terminum Mentis: MUTATIO (En Publicación)
Science FictionCon Asher y Alexei desaparecidos, Silver, tiene que encontrar un equilibrio a su nueva vida y realidad, cargando con las consecuencias de los eventos pasados pisando sus talones, incluso, cuando Nolan empieza a mostrar cambios inesperados que descon...